Los buenos resultados de las licitaciones eléctricas a clientes regulados han sido uno de los puntos altos de la gestión del Ministerio de Energía y en general, del Gobierno de la Presidenta Bachelet. La última subasta, de agosto del año pasado, alcanzó un precio promedio de US$ 47 por MWh, menos de la mitad de US$ 129 por MWh observado en el proceso 2013. Sin embargo, estos valores abrieron dudas en el mercado sobre si es posible mantenerlos así en el corto plazo.
Hoy, embarcado en un nuevo proceso -el último de la actual gestión- el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero, está optimista. Asegura que los precios volverán a estar por debajo de US$ 50 por MWh y que incluso habrá nuevos competidores, entre ellos empresas chinas. El proceso subastará 2.200 Gwh/año y recibirá ofertas a contar del 11 de octubre.
A un par de semanas que se presenten ofertas para la última licitación eléctrica de este gobierno ¿cuáles son las expectativas?
Creemos que va a haber tanta o más competencia que en el último proceso. Eso, básicamente porque la energía que está disponible hoy día en el mercado supera en más mucho más de 10 veces el llamado que estamos haciendo. Hoy, los precios se están estabilizando en rangos que van entre US$ 40 y US$ 60, por lo tanto nuestra expectativa es que estemos en precios similares al promedio del año pasado (US$ 47), e incluso más abajo.
¿Era necesaria esta licitación? Muchas voces señalaron que la baja demanda no la hacía necesaria.
Tenemos un mandato legal, que es que en marzo de cada año tenemos que hacer un informe de previsión de demanda de clientes regulados. En base a ese informe, que cualquier empresa puede discutirlo y llevarlo al Panel de Expertos, decidimos el tamaño de la licitación. No es arbitrario. Ese informe, que no fue discrepado por ninguna empresa, nos arrojó que las necesidades de contratación para el año 2024 están en este rango. Las tres últimas licitaciones han generado más de US$ 10 mil millones en inversión en proyectos de generación de todo tipo de tecnologías, y creemos que eso ha permitido una dinámica en la economía que es muy importante.
¿Hay espacios para más actores?
Hemos recibido mucho interés por parte de empresas chinas. Recordemos que una empresa china ya entró a nuestro mercado a través de la compra de Pacific Hydro. Lo que podríamos suponer es que eventualmente podrían entrar unos actores de China en el mercado de la generación. Ahora, si uno analiza la cartera de proponentes de la última licitación y los actores que hay, la verdad es que cada día se estrecha más la posibilidad de atraer nuevos actores.
Una crítica recurrente a todos los procesos de licitación fue acerca de los posibles espacios que permitan especulación.
En este caso hemos hecho ciertas innovaciones que apuntan a aquello. Doblamos el valor de las boletas de garantía que ya habíamos doblado en el proceso anterior. Como sabemos que eso no basta, hemos unido todo el proceso de construcción a boletas de cumplimiento, en la medida que no se vayan dando los hitos constructivos, las compañías vayan respondiendo, y nosotros tenemos la posibilidad de poner término anticipado a los contratos. Además, por primera vez estamos exigiendo que haya un respaldo físico a la oferta, entonces en la etapa administrativa vamos a evaluar, que de acuerdo a la información técnica del proyecto se cumpla con que la energía generable sea suficiente para cubrir la oferta.
¿Cuánto del éxito de las licitaciones se debe a las políticas públicas, y cuánto es producto del mercado y de la irrupción de nuevas tecnologías a nivel mundial?
Acá hay un conjunto de factores que han contribuido a este éxito. Sin lugar a dudas hay un cambio tecnológico a nivel mundial, un cambio de precios a nivel mundial, que ha facilitado que tengamos otro escenario. Pero hay países que han aprovechado este cambio y hay países que no lo han aprovechado. El BID nos dijo que la experiencia de Chile es una experiencia exportable a toda la región, y es por eso que financio el desarrollo de un libro donde pudimos contar el cambio regulatorio. Creo que acá hemos hecho las cosas bien, y no sólo se está destacando dentro de Chile sino también fuera de Chile.
¿Cree que las licitaciones serán recordadas como un punto alto de este gobierno?
No tengo ninguna duda. Energía era el compañero malo del curso, y creo que hoy es el compañero bueno. De ser un problema, nuestro sector pasó a ser una solución, y esa es la mejor fotografía que se le puede tomar hoy al sector.