Incertidumbre es una de las palabras que más se repite durante la conversación con el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz. Esta semana el máximo dirigente empresarial encabezó una inédita visita del gremio a la sede del Partido Socialista para abordar los alcances de la agenda de cambios que impulsa el gobierno.

"Lo importante es que nos preocupemos de volver a instalar el diálogo y la búsqueda de acuerdos (...); cuando se pretende hacer tantas reformas de manera simultánea se produce un nivel de incertidumbre que tensiona a la sociedad", dice.

Santa Cruz asegura que el sector privado ha puesto todo de su parte por impulsar la economía, y  que si bien en 2015 el crecimiento será superior al de este año, "pasar de un crecimiento de 1,8% a 3% no califica como punto de inflexión". En todo caso, asume una autocrítica por la distancia con que la ciudadanía percibe la labor empresarial, en el contexto de recientes casos de abusos que involucran al sector privado. "Nos ha faltado escuchar más y tener más sintonía con los consumidores, la comunidad, los trabajadores", afirma.

Esta semana la CPC se reunió con la dirigencia del PS ¿Ellos los invitaron?

Así es. Nunca la CPC había sido invitada al PS y eso lo valoro como una buena señal. Me deja una sensación positiva, en orden a que fue una conversación franca donde cada uno expuso sus puntos de vista. Sin duda cada uno  tiene visiones diferentes, pero lo que prevaleció es que para avanzar y tener buenas políticas públicas es muy necesaria la interacción entre el sector público y los privados.

¿Falta una mayor relación del sector privado con las dirigencias de los partidos?

Espero y confío en que nos podamos juntar con las directivas de todos los partidos políticos. A Chile siempre le ha hecho bien el diálogo, no como un monólogo entre dos partes sino tener la disposición a conversar;  tener la apertura para escuchar y estar dispuesto a ser convencido.

¿Han sido poco escuchados los empresarios en este gobierno?

Lamentablemente, y en eso todos hemos cometido errores, hay un clima de tensión. Pero lo importante es que nos preocupemos de volver a instalar el diálogo y la búsqueda de acuerdos para salir adelante con las reformas que  Chile necesita, pero que éstas respondan al sentir mayoritario. Cuando se quiere hacer reformas importantes, que tienen efectos en el mediano y largo plazo,  su éxito depende de que representen el sentir de la gran mayoría de la población.

¿En qué se han equivocado los empresarios?

Unos pocos se han equivocado de frentón al actuar fuera de la ley y de la ética, defraudando la fe pública y causando un gran daño al país. Si bien hemos sido durísimos en condenar esos abusos y comportamientos alejados de la ética empresarial, falta que la opinión pública perciba más claramente que se trata de situaciones que no amparamos, sino que condenamos enérgicamente. También a veces nos ha faltado escuchar más y tener más sintonía con los consumidores, la comunidad, los trabajadores,  de manera de crear valor entre todos y para todos.  Pero hemos avanzado bastante.

El presidente de Sofofa habló de  un clima antiempresarial ¿Comparte ese juicio?

Ciertas declaraciones y actitudes de personeros de la Nueva Mayoría han denostado el papel del sector privado e intentado estigmatizarlo. Hago acá la salvedad con respecto a la Presidenta, de quien nunca he visto esas actitudes y siempre ha valorado el rol del sector privado.

Usted ha hablado de la incertidumbre que genera la discusión de varias reformas de manera casi simultánea. ¿Para terminar con la incertidumbre el gobierno tendría que echar pie atrás con los cambios que está planteando?

No decimos eso, sino que cuando se pretende hacer tantas reformas de manera simultánea se produce un nivel de incertidumbre que tensiona la sociedad. Por eso lo más importante es que las reformas se hagan bien, con los objetivos correctos y los instrumentos adecuados.

Rol del sector privado

¿El sector privado se la ha jugado por apuntalar el crecimiento? Hay quienes podrían pensar que si no comparten el enfoque de los cambios propuestos por el gobierno no tengan muchos incentivos para invertir...

Los empresarios no estamos para agendas políticas ni partidistas. Tenemos una sola agenda: que a Chile le vaya bien y que se hagan buenas políticas públicas. No conozco a ningún empresario que al ver una buena oportunidad de negocios o inversión, no la aproveche por consideraciones políticas o electorales.   Es distinto a que evalúen que no conviene, porque hay incertidumbre o porque hay mejores oportunidades en otro lugar.

¿Pero no percibe una asimetría entre la visión crítica que tienen ustedes versus la de inversionistas extranjeros? Este año se han materializado importantes inversiones desde el exterior en distintos sectores de la economía…

Una cosa es que exista incertidumbre y otra distinta es que no haya inversión, tanto local como extranjera. En reuniones con inversionistas extranjeros he percibido una serie de interrogantes  por los cambios que se están impulsando en Chile.

Pero siguen invirtiendo…

Cuando los empresarios ven oportunidades de negocios las aprovechan, y Chile sigue siendo una alternativa interesante y razonable para invertir, con instituciones sólidas y un sistema democrático consolidado.  Y eso no lo podemos farrear. Esa es una realidad que todo el mundo alaba. Sin perjuicio de eso, hay señales que causan incertidumbres y que tampoco son indiferentes para los inversionistas extranjeros.

¿Ven ustedes un punto de inflexión en el crecimiento y las expectativas?  ¿Cuándo sería?

Confío en que termine predominando la cordura, y que las reformas que Chile necesita encarar, en las que muchos concordamos, se hagan bien. Cuando nos preocupemos de despejar incertidumbres, de no crear un clima confrontacional ni exaltar teorías refundacionales, especialmente desde quienes participan de la coalición de gobierno, en ese momento vamos a empezar a ver una reversión importante en el crecimiento y las expectativas. No pasar de un crecimiento de 1,8% este año a 3% en 2015, que no califica como punto de inflexión. Es un crecimiento que Chile no se merece.

¿Se puede poner fecha, entonces, a esa recuperación?

Por ahora no.

Usted dice que para avanzar en cambios importantes hay que buscar acuerdos que respondan al sentir mayoritario de la población, pero las reformas impulsadas por este gobierno estaban en su programa y Michelle Bachelet ganó la elección con amplio margen...

No discutimos que hay que hacer, por ejemplo, una reforma profunda en educación y apuntar a la calidad. Pero la diferencia es que vemos que hoy en el debate educacional la calidad no está presente. Hoy el debate es quién es propietario , si hay copago, o si hay selección; estamos preocupados de quién lucra o no lucra.b