El empresario y presidente de Quiñenco, Andrónico Luksic Craig, manifestó su preocupación por los efectos negativos que podría tener el proyecto de reforma tributaria y se mostró abierto a plantear sus impresiones a los parlamentarios.
En el marco de la junta de accionistas de CCU, firma de la cual es presidente, Luksic señaló que "no puedo terminar estas palabras sin manifestar nuestra preocupación respecto del proyecto de reforma tributaria presentado al análisis del Congreso Nacional el cual considera un fuerte incremento a los tributos de las bebidas alcohólicas y azucaradas"
Respecto a la iniciativa del gobierno aseveró que "confiamos que los legisladores hagan un profundo estudio a fondo que pueda considerar los efectos que estimamos negativos en su eventual aplicación".
"Para lo anterior estamos desde ya a su disponsición con el propósito de manifestarles y darles a conocer los efectos que estos tributos tendrían a fin de que puedan resolver con una mejor comprensión el alcance que dicha reforma generaría para la materia que nos preocupa", agregó.
El proyecto de reforma tributaria propone elevar la tasa de impuestos que pagan las empresas de un 20% a un 25%, de manera gradual con lo que pasaría a 21% el primer año, 22,5% el segundo, 24% el tercero para llegar finalmente al 25% en 2017.
La iniciativa también busca aumentar el impuesto específico a las bebidas alcohólicas y analcohólicas con azúcar. En el caso de las primeras el impuesto tendría tanto un componente ad valorem como un componente en proporción al volumen de alcohol puro incluido en cada tipo de bebida.
Así el impuesto específico a las bebidas alcohólicas pasaría de 15% a 20,5% en el caso de la cerveza, de 15% a 24% para el vino; de 27% a 35,5% para el pisco y de 27% a 38% en el caso del whisky.
A estas tasas se sumaría una sobretasa de 3 UTM por hectolitro de alcohol puro.
En el caso del Impuesto Adicional a las Bebidas Analcohólicas (Iaba) se mantedría en 13% para las bebidas sin azúcar y se elevaría a 18% para las azucaradas.