Andy Murray llegó el domingo a Nueva York para disfrutar de unos días de descanso antes de disputar desde la próxima semana el US Open, último Grand Slam de la temporada, y cuando pensaba que todo era relajo, debió atender temprano por la mañana a los encargados de la ATP World Tour para someterse a un examen antidoping sorpresa.
Aunque se trata de un procedimiento de rutina, al número dos del mundo no le cayó nada bien el sorpresivo test, y descargó toda su ira con irónicos comentarios a través de twitter.
"Primer día de descanso tras un largo rato, por lo que se podrán imaginar que estoy muy contento de que me despertaran examinadores de drogas a las 07.15 en mi habitación de hotel", señaló molesto el escocés.
Pero no se quedó ahí, puesto que tras entregarles la muestra de orina que se le solicitaba, volvió a "twitear" para agregar que "no se imaginan lo relajante que es empezar el día con alguien mirándote cuando estás en el baño".
Cabe destacar que ésta no es la primera vez que un tenista se queja de los procedimientos utilizados por la ATP para realizar los controles antidopaje, el cual sigue a los jugadores a través del mundo para realizarles exámenes sorpresas, puesto que antes el español Rafael Nadal había manifestado su desaprobación por lo "invasivos" que son.