El pasado 13 de febrero, el codo sur del Estadio Nacional se vio lleno de bengalas mostradas por la barra de Universidad de Chile que obligó a detener el pleito ante Unión Española por varios minutos. Carlos Ulloa, juez del partido, informó la situación, y la ANFP, casi dos meses después, deliberó que no habrá castigo para el conjunto universitario.
"El Club Universidad de Chile ejecutó todas las medidas de seguridad que le exigieron las autoridades y que, además, de propia iniciativa implementó medidas adicionales, buscando evitar cualquier atisbo de comportamiento inapropiado", señala el fallo que el Tribunal de Disciplina de la ANFP entregó al club estudiantil.
La carta rescata de la U "su preocupación por el control de los actos vandálicos viene desde hace tiempo y que han tomado las medidas más allá de lo que exigen los reglamentos". Además los incidentes ocurrieron "fuera de todo contexto deportivo y que obedecieron al ánimo de manifestar su rebeldía frente a las prohibiciones y medidas de seguridad que la legislación y las autoridades de Gobierno han establecido para esta clase de espectáculos deportivos".
La U podrá vender entradas con normalidad para el encuentro ante Cobreloa de este sábado, y, de no ocurrir otro incidente, también podrá hacerlo en la penúltima fecha ante Ñublense, en su último partido como local del Torneo de Clausura.