La Asociación Nacional de Fútbol Profesional decidió dar por terminado el partido en que San Marcos de Arica le ganó 1-0 a Deportes Iquique y que se detuvo a los 71' producto de los insultos racistas que sufrió el delantero venezolano de los ariqueños, Emilio Rentería.
El directorio de la ANFP "acordó rechazar y condenar de manera categórica los episodios de racismo que han sucedido recientemente en espectáculos de fútbol profesional", según reza el sitio web.
Asimismo, la entidad "expresó su decisión de adoptar las medidas que sean necesarias para que conductas tan vergonzosas no vuelvan a repetirse y que de ocurrir se harán las denuncias respectivas al Tribunal Autónomo de Disciplina para que se apliquen las máximas sanciones que contemplan específicamente las normativas internas para estas situaciones de extrema gravedad".
En este sentido, "encomendó a la Secretaría Ejecutiva que haga la denuncia al Tribunal en contra de Iquique y le solicite que a la brevedad posible emita un fallo condenatorio en contra de quienes corresponda".
Sin perjuicio de lo anterior, "los nombres y los números de RUT de los hinchas que sean identificados sin lugar a dudas, serán incorporados al Código 102, inserto en la Ley de Violencia en los Estadios, por lo que no podrán ingresar a los estadios donde se jueguen partidos de fútbol profesional, de acuerdo con las facultades que otorga el Derecho a Admisión considerado en dicha legislación".
Finalmente, "el Directorio señaló que las expresiones racistas conocidas últimamente constituyen situaciones excepcionales, casi desconocidas en el fútbol profesional chileno, pero que por eso mismo se hace necesario reaccionar ante ellas en forma rápida y enérgica para evitar su repetición, siguiendo, por lo demás, lo que son los principios de FIFA y de Conmebol, y de la ANFP en particular".