El mismo día que Chile clasificó al Mundial de Brasil 2014, el martes 15 de octubre, el Congreso despachó la nueva ley de televisión digital, una legislación que comenzó a ser tramitada en Chile en noviembre de 2008. Un artículo de esa ley, el número 17, establece que todos los partidos de la selección chilena deberán ser transmitidos por canales de televisión abiertos.
La disposición ha originado la preocupación de la ANFP, que se opone a esta disposición y espera transferir su inquietud a la Fifa.
"Los partidos de la selección nacional de fútbol profesional, que tengan el carácter de oficiales, en el evento de ser transmitidos, deberán serlo a través de señales de televisión de libre recepción, sin perjuicio de las transmisiones que puedan hacer los permisionarios de servicios limitados de televisión", dice el texto aprobado de la nueva ley.
La ANFP ha transmitido su inquietud al gobierno por este artículo, dicen fuentes del Ejecutivo, y está intentando reunirse con altas autoridades para volver a plantear el tema. Por de pronto, ya encargó un informe en derecho a abogados constitucionalistas que concluye que el cambio legal vulnera la igualdad ante la ley y afecta el derecho de propiedad (la ANFP es dueña de los derechos de la selección chilena).
En la ANFP temen incluso que esta ley pueda afectar la participación de Chile en Brasil 2014, porque tanto la Fifa (que integran 209 países) como la Conmebol exigen el principio de no intervención gubernamental en la actividad, lo que puede acarrear como medida futura la exclusión de sus competiciones. En la tramitación parlamentaria, el propio ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, planteó objeciones a esa medida. "Hay un dueño del espectáculo que, en el caso de la Fifa, puede prohibir la incorporación de Chile a esos campeonatos", planteó Errázuriz.
En la práctica, sin embargo, la ley no tendrá efectos en los próximos años: TVN posee los derechos de transmisión en el país del mundial de Brasil y la ANFP adjudicó a Mega los partidos de Chile para la eliminatoria de Rusia 2018. Ambas son señales abiertas.
Pero a futuro, la nueva ley sí podría tener efectos. "Esta ley le quita poder de negociación de sus derechos", analiza una autoridad. "En la práctica, están forzando a un concesionario de TV abierta a adquirir los partidos. ¿Y quién asume ese costo? No quedó establecido el procedimiento para ello", dice Constanza Hube, de Libertad y Desarrollo.
La Ley aprobada esta semana será llevada al Tribunal Constitucional (TC) el lunes por parlamentarios de la UDI que se oponen a algunos artículos de la ley, pero no consideran por ahora objetar la transmisión de los partidos de la selección.
La ANFP ha considerado impugnar ese artículo ante el TC, pero sólo una vez que la ley entre en vigencia, a través de una demanda de inaplicabilidad. Y en ello ya están trabajando.