La partida de Claudio Bravo de la concentración de la Selección generó sorpresa en Rumania. El capitán de la Roja dejó la concentración para viajar a Barcelona donde intervendrá en la audiencia de juicio oral por la demanda laboral que mantiene con Real Sociedad. El arquero reclama 1,2 millones de euros por su traspaso desde el cuadro vasco al Barcelona.

La ANFP explicó que conocía del viaje. "El capitán salió con autorización del cuerpo técnico", sostuvo, en Cluj, Andrés Fazio, primer vicepresidente de la entidad que rige al fútbol chileno. El directivo sostuvo que la gestión es trascendente para el golero. "Es un tema importante para él, un tema judicial", amplió.

Bravo debería reintegrarse al bicampeón de América en la jornada de mañana.