A ocho meses de las elecciones legislativas en Alemania, la canciller Angela Merkel, y los partidos de la Unión (cristianodemócratas y socialcristianos bávaros CDU/CSU) alcanzaron cifras récord de intención de voto, mientras la oposición socialdemócrata (SPD) se derrumba, según un sondeo demoscópico semanal del instituto Forsa hecho público hoy por el semanario Stern.
La encuesta destaca que las formaciones de la Unión suben dos puntos hasta una intención de voto del 43 %, el nivel más alto alcanzado desde que Merkel llegara al poder hace más de siete años.
Por el contrario, la oposición socialdemócrata cede dos puntos y baja hasta un 23 % de votos potenciales, lastrada por la polémica en torno a su candidato a la Cancillería Federal y ex ministro de Finanzas Peer Steinbrück, por sus desafortunadas declaraciones, entre otras exigiendo mayor salario para el jefe del gobierno.
Desde la nominación de Steinbrück en octubre como candidato oficial del SPD, cuando el partido contaba con una intención de voto del 30 %, los socialdemócratas han ido perdiendo seguidores de manera constante.
El sondeo de Forsa señala que los liberales (FDP), socio menor de la coalición de gobierno de Merkel, ganan un punto y cuentan con una intención de voto del 3 %, que les deja fuera del Bundestag, el parlamento federal, al no rebasar la cota mínima del 5 %.
Por su parte, Los Verdes, aliados virtuales de los socialdemócratas, ceden también un punto, hasta un 14 %, La Izquierda baja otro hasta un 8 % y Los Piratas ganan uno hasta un 4 %, insuficiente igualmente para conseguir representación parlamentaria.
Con ello, la Unión saca sola 7 puntos de ventaja a la alianza de socialdemócratas y verdes, y el sondeo indica además que un 59 % de los alemanes, un punto más que hace una semana, quieren que Merkel siga siendo canciller, mientras solo un 18 %, cuatro puntos menos, apoya la candidatura de Steinbrück, lo que supone una ventaja de 41 puntos.
El jefe de Forsa, Manfred Güllner, comenta en su análisis que el debate en torno a Steinbrück "frustra e irrita" a muchos electores potenciales del SPD, que "prefieren agacharse y no respaldar a su partido", mientras las filas de la Unión "se encuentran cerradas" en el respaldo a Merkel.
La impresión general es que Merkel lo está haciendo bien y se puede confiar en ella, comenta Güllner, para quien el candidato socialdemócrata no provoca más que inseguridad entre el electorado.
En ese sentido, destaca que un 35 % de los encuestados considera que la Unión está capacitada para resolver los problemas de Alemania, confianza que solo un 8 % deposita en la oposición socialdemócrata.