La canciller alemana, Angela Merkel, felicitó hoy al nuevo primer ministro griego, el conservador Antonis Samaras, y lo invitó a Berlín.
"La canciller felicitó al nuevo primer ministro griego por teléfono después de que asumiera el cargo (...) y lo invitó a Berlín", según un comunicado divulgado por la cancillería después de la investidura del jefe del partido conservador Nueva Democracia, consigna la agencia AFP.
Merkel "le deseó suerte y éxito en el trabajo difícil que le espera". Antes que la canciller, el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ya había celebrado la rapidez con que los líderes griegos acordaron un gobierno tras las elecciones del domingo.
"Demuestra que las fuerzas proeuropeas en Atenas son conscientes de la seriedad de la situación", dijo el jefe de la diplomacia alemana en Berlín, agrega Dpa.
Samaras, de 61 años, se convirtió en primer ministro de Grecia tras haber obtenido el apoyo de dos partidos, los socialistas del Pasok y la izquierda moderada de Dimar, para intentar mantener en la zona euro a un país al borde de la bancarrota.
Tras la ceremonia de juramento en Atenas, Samaras dijo que se necesita "unidad nacional y con ayuda de dios haremos todo lo posible para que el país salga de la crisis",
DIFICIL SITUACION
Al dulce aroma del incienso que encendieron los sacerdotes del arzobispo griego ortodoxo Jerónimo II durante la ceremonia le siguió la cruda realidad, ya que la situación en Grecia es dramática. Uno de cada dos jóvenes no tiene trabajo y el sistema de salud está a punto de quebrar. Además aumentó el crimen y la inmigración ilegal descontrolada hace que se propague el extremismo de derechas. Mientras, Grecia implementa los recortes solicitados para su rescate, aunque éstos están en peligro. Los ánimos son explosivos. La gente espera "soluciones ahora, no mañana".
El presidente Karolos Papoulias resumió la situación. Poco antes de la asunción de Samaras, le deseó mucho éxito y agregó, cauto: "Los problemas que enfrenta son muchos, y muy difíciles".
El primer objetivo de Samaras en política interior es ayudar a cientos de miles de jubilados y personas con salarios mínimos a salir de la miseria, aunque no queda claro de dónde sacará el dinero para ello. La situación externa del país está en contraposición con la interna. Si los dadores de fondos extranjeros no dilatan un poco las condiciones griegas, Samaras no podrá hacer mucho, ya que las fuerzas que podrían desatar el caos social son muchas en Grecia, especialmente en las filas de la oposición. Sólo los radicales de derechas de Amanecer Dorado representan al siete por ciento de la población.
Tampoco la oposición de izquierda será contemplativa con el nuevo gobierno. La segunda mayor fuerza en el Parlamento, los radicales de izquierdas de Syriza, afirmó hoy que luchará contra el frente de las fuerzas "pro pacto de ahorro".
Sin embargo, a pesar de la tensa situación, se registraron los primeros signos positivos. Según informaciones de círculos bancarios, los griegos dejaron de sacar su dinero de los bancos. En algunos casos incluso volvieron a depositar pequeñas sumas. En las últimas semanas se habían retirado más de 10.000 millones de euros.