La crisis directiva que atraviesa Blanco y Negro dividió la jornada de ayer en dos bloques, tal como se han comportado los directores de la concesionaria, sobre todo en las últimas semanas. A las 9.30, en una oficina del sector oriente, cinco directores, encabezados por el presidente de la concesionaria, Arturo Salah, se reunieron con un objetivo fundamental: delimitar y restringir las atribuciones del vicepresidente, Aníbal Mosa, considerando la molestia que generó en el timonel el acercamiento que el empresario sostuvo con Claudio Borghi para ofrecerle la banca alba. En la cita participaron otros cuatro directores: Leonidas Vial, José Tomás Errázuriz, Leonardo Battaglia y Pedro Grau.
Minutos más tarde, se emitió un comunicado que ratificaba a Salah en la presidencia y, además, acotaba la función del puertomontino. "No hay que dramatizar. Lo que se hizo fue aclarar las atribuciones de cada uno. No siento que Mosa me haya pasado a llevar. Lo que siento es que hay que respetar el gobierno corporativo. Es necesario en una compañía como ésta que se hagan las cosas como deben ser y que las decisiones sean consensuadas, colectivas y no individuales", expresó el timonel. En tanto, Errázuriz agregó que "Arturo es el presidente del club y lo seguirá siendo. El objetivo de la reunión era delimitar la función de Mosa. El ideal era que hubieran estado la unanimidad de los directores. Todos estaban llamados".
Paralelamente, Aníbal Mosa llegaba a su oficina en el Estadio Monumental y, desde ahí, intentaba ratificar el apoyo de los tres directores que lo respaldan: Paul Fontaine y los representantes del Club Social, Vanina Anabalón y Patricio Rojas.
En el entorno de Mosa afirman que la relación con Salah es nula, pues ya no observan los partidos juntos ni bajan a los vestuarios para saludar al plantel y al técnico, como antes. Es más, ni siquiera se dirigen el saludo.
En ese contexto, el sureño les confesó a sus cercanos que mantendrá la posición de insistir en la salida de Salah de la testera alba. "Mantendrá la presión sobre él. Está molesto por su actitud y considera que ni siquiera ha sido capaz de reconocer los errores que ha cometido en la conducción del club, como la contratación de Gustavo Benítez y de algunos refuerzos", añaden en Macul. De hecho, hace un par de semanas, la evaluación que Mosa realizó del plantel arrojó que, entre los jugadores que llegaron en esta temporada, sólo el arquero paraguayo Justo Villar tiene el nivel para estar en el "Cacique".
Para cumplir su propósito de alejar a Salah. Mosa mantendrá cercanía con Hernán Levy, a quien ya le planteó formalmente la intención de desafectar al ex delantero. Y considera, incluso, que el exigente calendario deportivo, que incluye el clásico con la 'U', puede servir como un elemento para forzar la salida.
"En el fondo, esta es una bola de nieve que seguirá creciendo con el tiempo. Salah no aguantará la presión y, tarde o temprano, se tendrá que ir", vaticinan, aludiendo a que, en este escenario, el presidente se ve afectado por perder el apoyo de uno de los promotores de su retorno a Macul.