Casi un mes estuvo el directorio de la ANFP recopilando antecedentes que justifiquen un vínculo antirreglamentario entre Aníbal Mosa y la barra brava de Colo Colo. Después de recibir informes de Estadio Seguro, Carabineros y del mismo club albo, finalmente las autoridades del fútbol nacional llegaron a la conclusión de que no había pruebas que ameritaran llevar el caso al Tribunal de Disciplina del organismo.
Esta batalla, por ende, la ganaron Colo Colo y su presidente. Sin embargo, en la Asociación no se quedaron tranquilos. Y, por lo mismo, decidieron insistir en su denuncia por mal uso y lanzamiento de objetos inflamables durante el Superclásico en el Monumental, donde el Cacique derrotó por 2-0 a Universidad de Chile.
Sucede que esta denuncia, presentada el 19 de octubre a la Primera Sala del Tribunal, fue rechaza por la misma instancia, aludiendo a que se realizó fuera del plazo establecido. El asunto se resume en que, para el directorio de la ANFP, Colo Colo incumplió con el artículo 66 del Código de Procedimientos y Penalidades, algo que el Tribunal desestimó. Debido a esto, la autoridades de Quilín solicitaron a su secretario ejecutivo, el abogado Ángel Valencia, que eleve una apelación ante la Segunda Sala del Tribunal y que se insista en el mismo argumento. Cuando el mal uso de fuegos artificiales en un estadio vulnera el artículo 66, el plazo para denunciar es de dos años.
Si la Segunda Sala da curso a la denuncia del directorio, Colo Colo arriesga sanciones que van desde una amonestación, multas de 10 a 100 Unidades de Fomento y la suspensión del Estadio Monumental desde una a cinco fechas, en las que el club enfrentaría partidos a puertas cerradas.