El 2016 es uno de esos años donde elegir al evento más importante resulta fácil: los Juegos Olímpicos. Los deportistas saben lo difícil que es clasificar a ellos y, por lo mismo, eligieron el certamen de Río de Janeiro con más del 80% de los votos.
Se trató, empero, de una cita mucho más sobria y austera que las precedentes de Beijing 2008 y Londres 2012, ya que estuvo marcada, además, por la crisis económica y política que vivía Brasil. Eso, junto con el temor a los altos índices de delicuencia y a la amenaza de atentados terroristas.
¿Cuál fue el evento más importante del año?
Juegos Olímpicos
80
Copa Centenario
10
Otros
7
Finalmente, se disputaron sin mayores inconvenientes y con una serie de grandes resultados deportivos, incluyendo el fin de récords milenarios. Y no es exageración, pues Michael Phelps acumuló su décimotercera medalla de oro individual, rompiendo el registro que en el año 152 antes de Cristo había alcanzado Leonidas de Rodas, con una docena de preseas doradas.
También hubo situaciones de alta emotividad, como los fiyianos ganando el rugby seven, en la primera presea de la historia para el archipiélago, con lágrimas y cantos religiosos como aditamento. En este acápite hay que agregar a la española Ruth Beitía, quien, con 37 años triunfó en el salto alto, es un esfuerzo doble, pues además debe cumplir con sus obligaciones de diputada en Cantabria.
Otros momentos memorables fueron el gesto de la neozelandesa Nikki Hamblin, quien ayudó a terminar la carrera de 5.000 metros a la estadounidense Abbey D'Agostino, quien había tropezado en medio de la prueba. Y no se puede olvidar la derrota del propio Phelps ante el singapurense Joseph Schooling, de sólo 21 años, quien creció como fanático del Tiburón de Baltimore y con quien se había fotografiado como un pequeño hincha de 13 años.
Por eso y por mucho más, Río 2016 no tuvo contrapeso.