El ministro de Exteriores turco, Amhet Davutoglu, amenazó este miércoles con tomar "represalias muy severas" si se hace daño a las casi 50 personas que mantienen secuestradas combatientes yihadistas en el consulado de Turquía en el norte de Irak.
"Todas las partes tienen que saber que si se hace el más mínimo daño a nuestros ciudadanos, habrá represalias (...) muy severas", declaró Davutoglu durante una declaración en directo desde la sede de la ONU en Nueva York difundida por los medios turcos.
Combatientes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) asaltaron este miércoles el consulado turco de la ciudad iraquí de Mosul (norte) y tomaron rehenes, entre ellos el jefe de la misión diplomática, indicó a la AFP un funcionario del gobierno turco.
El número de personas secuestradas es de 49 y no de 48 como se afirmó inicialmente, precisó el ministerio de Exteriores en un comunicado.
"Su estado de salud es bueno", dijo Davutoglu, confirmando la información brindada a la AFP por un funcionario turco que solicitó permanecer en el anonimato.
Tras confirmarse el secuestro de los ciudadanos turcos en Mosul, el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, convocó este miércoles una reunión de emergencia con el viceprimer ministro y el jefe de los servicios secretos.
Un responsable de la policía iraquí, que pidió el anonimato, dijo a la AFP que uno de los secuestradores le informó que los jihadistas "interrogaban" al cónsul, a sus adjuntos y a sus guardias de seguridad, y que trasladarían al jefe de la misión diplomática "a un lugar seguro".
"Nuestras informaciones apuntan a que los diplomáticos han sido trasladados al cuartel general del ISIS en Mosul", confirmó el responsable turco.
Por otra parte, al menos 31 camioneros turcos se encuentran desde el martes en manos de los combatientes jihadistas, que tomaron el control de Mosul, segunda ciudad de Irak, confirmó el miércoles la cancillería turca.
Los rebeldes jihadistas tomaron el miércoles una nueva ciudad en Irak y avanzaban hacia la capital Bagdad en una ofensiva fulgurante que provocó la huida de medio millón de habitantes.
La última conquista de los jihadistas es la de la ciudad de Tikrit, situada a 160 km al norte de Bagdad, una toma muy simbólica porque es la región natal del presidente sunita Sadam Husein, derrocado y ejecutado tras la invasión estadounidense de 2003.
Una tras otra, los yihadistas tomaron desde el martes casi sin resistencia toda la provincia de Nínive, de la que Mosul es la capital, y zonas de otras dos provincias vecinas, Kirkuk y Saladino.