Fue una iniciativa que nació de una derrota. El año pasado, Fresa Parra -una de las hijas de Eduardo Parra, el ya retirado fundador y tecladista de Los Jaivas- invitó a otro heredero de la agrupación, Ankatu Alquinta, para presentar un Fondart con un proyecto que hermanaba rock y raíces latinoamericanas. Finalmente, el incipiente dúo quedó con las manos vacías. Pero la idea siguió y, a principios de 2013, hasta decidieron sumar a otro ilustre de la nueva generación Jaiva: Erasmo Parra, hijo de Claudio Parra y productor que ha facturado una consolidada reputación en el circuito de hip hop y electrónica, trabajando para nombres como Makiza y Valentina Fel.
El ahora trío, aún sin nombre, zafó hace rato del fracaso inicial, pero ahora deberá crecer bajo una polémica: su irrupción sucede justo cuando su integrante más reconocido, el hijo del fallecido Eduardo "Gato" Alquinta, enfrenta un duro conflicto judicial precisamente con los actuales jefes de Los Jaivas, Mario Mutis y el propio Claudio Parra, luego de presentar una demanda por despido injustificado.
"Son dos cosas distintas. Fresa y Erasmo no tienen nada que ver con este litigio, porque los conozco hace muchos años y esta idea venía de antes. Tratamos de no hablar del tema y que las cosas no interfieran, no vamos a dejar que algo laboral enturbie lo creativo. Además, aquí no hay abanderamiento ni familias enfrentadas. Está totalmente aclarado con ellos", define Alquinta. Por su parte, Fresa Parra secunda: "He estado al margen de todos esos problemas, ya que hemos optado sólo por concentrarnos en la parte creativa. Lo otro es un asunto privado que deberán resolver ellos. Igual, ante todo lo que ha pasado a nivel más mediático, también prefiero que nuestro proceso de trabajo vaya de a poco".
Larga vida
Hasta ahora, la banda que vuelve a juntar los apellidos Parra y Alquinta en un sólo elenco ha grabado tres canciones, bajo la intención de estrenar un disco debut en la segunda parte del año. Se trata de Manto de la noche, una composición intimista con decorados psicodélicos y creación de Fresa Parra; Lágrimas de sal, una pieza de alto voltaje y escrita por Alquinta; y Un beso, musicalización de un poema de Eduardo Parra, quien hoy reside en Francia.
Todos los temas fueron registrados en las salas Lagarto, de Ñuñoa, y con Parra y Alquinta alternando el rol de vocalista. El tercer vértice, Erasmo, no ha participado en la fase preliminar -tras vivir en Europa volvió a Chile hace algunas semanas-, pero se unirá a mitad de año. "Nuestro trato es de hermanos, porque siempre nos hemos nutrido de las inquietudes creativas del otro. Y queremos que este grupo perdure", dice Alquinta, también parte de Chilatin Beats, banda que se alista para firmar con el sello Plaza Independencia.
La hija de Claudio Parra acota: "Ha sido todo muy fluido y, más allá del lazo personal, hay una admiración mutua". La prueba de fuego será para su primera presentación en vivo, el próximo 29 de junio en el bar Onaciu.