El enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan, pidió hoy al Consejo de Seguridad que actúe unido para que haya "consecuencias" para quien incumpla su plan de paz de seis puntos, algo que los países occidentales interpretaron como una llamada para la aprobación de sanciones contra Damasco.

Annan reclamó "consecuencias muy claras" para quien incumpla con su plan de paz u hoja de ruta hacia la transición, detallaron fuentes diplomáticas occidentales, que también explicaron que tras esa petición propondrán hoy un proyecto de resolución con la amenaza de sanciones contra Damasco, algo a lo que se opone Rusia.

"El Consejo de Seguridad debe garantizar, tal como hoy le ha pedido Annan, que haya claras consecuencias contra quienes no cumplan con su plan de paz", dijo ante la prensa la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, tras la reunión mantenida por el Consejo con el enviado especial mediante videoconferencia desde Ginebra.

Rice defendió que los quince sitúen el plan de paz de Annan y los acuerdos en cuanto a la transición acordados en Ginebra el 30 de junio "bajo el capítulo VII" de la Carta de Naciones Unidas, que incluye la aplicación de sanciones.

Así, Estados Unidos y los miembros europeos del Consejo de Seguridad -Reino Unido, Francia, Alemania y Portugal- quieren presentar en las próximas horas un proyecto de resolución con la amenaza de sanciones para Damasco.

"Es un acercamiento razonable, fundamentado en la constatación de que dejar a las partes como responsables de respetar sus propios compromisos no ha funcionado", dijo el embajador francés, Gérard Araud.

Los distintos embajadores occidentales evitaron dar detalles concretos de cómo será la amenaza de sanciones que incluyan en el texto, que también recomendará la extensión de la Misión de Observación de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), que verá "reconducido" su mandato hacia un enfoque más político.

Rusia puso sobre la mesa el martes su propio proyecto de resolución para ampliar tres meses esa misión y que no incluye la amenaza de sanciones al régimen del presidente  Bashar Assad.

Moscú se opone a cualquier mención a sanciones o al capítulo VII de la carta de Naciones Unidas, ya que considera que ésa debe ser "una última opción" y que las sanciones "no serán efectivas" para frenar el conflicto, dijo a la prensa el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Alexander Pankin.

Así, los miembros del Consejo de Seguridad tendrán sobre la mesa dos proyectos de resolución encaminados a renovar el mandato de los observadores ante la próxima conclusión de su mandato (20 de julio), aunque con la diferencia en el grado de presión que se debe aplicar sobre las partes.