Una inusual intensidad tuvieron las precipitaciones que sorprendieron a los habitantes de la Región de Antofagasta, sobrepasando con creces lo anunciado en la alerta meteorológica y también los parámetros normales de pluviosidad. Para una zona en que llueven apenas 1,7 mm al año, se había anunciado un máximo de 10 mm, los que hasta el mediodía ya llegaban a los 20,6 mm de precipitaciones. Esa cantidad, caída en un lapso de 15 horas, suma el agua prevista para 12 años "normales". Esta magnitud da cuenta de los trastornos ocasionados por el agua en una zona enclavada junto al desierto, que, por lo mismo, no fue construida para soportar esa cantidad de agua en un día.
"Si bien no es normal que llueva tanto, en el último tiempo estos fenómenos se están haciendo cada vez más frecuentes y dan cuenta de que la meteorología está cambiando. El último grande fue para el temporal de marzo de 2015, cuando cayó más agua que ahora; fueron 24,2 mm", precisó Alejandra Calderón, experta de la Dirección Meteorológica Norte, del Aeropuerto de Antofagasta.
"En 2015 cayeron aquí 38,6 mm en todo el año; en 2016 cayeron 4,6 mm, y este año ya llevamos más de 20 mm, cuando lo normal son 1,7 mm en 12 meses", agregó.
Pendiente y albergados
En este último evento, que mantuvo a la II Región con alerta roja de la Onemi hasta pasado el mediodía, si bien sólo hubo 12 damnificados y 87 personas albergadas en toda la zona, la marcada pendiente de la ciudad hizo que el agua inundara casas y calles en la parte baja, y formara una verdadera desembocadura en la playa, siendo las viviendas más afectadas las de la zona norte de la urbe.
"Tenemos 250 casas con daño menor y otras 250 con daño mayor por el agua, que entró directo por la puerta, a raíz de la pendiente, con caída de techumbres y filtraciones. Si bien en la madrugada lo pasamos muy mal, con el correr del día la situación se fue normalizando. Lo más afectado han sido los espacios públicos, como avenidas, parques y carreteras", informó la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo.
Según la edil, se pudo sortear la mayor preocupación que eran los campamentos y las cerca de cinco mil personas que viven en el borde de los cerros y aledañas a las 12 vías aluvionales de la ciudad.
"Entregamos nylon y albergamos a 60 personas, pero la mayoría prefirió quedarse en sus casas, pese a que teníamos cinco albergues totalmente equipados. Dentro de todo, se pudo manejar bastante bien la situación", expresó Rojo.
Tras el Comité Operativo de Emergencia de la tarde, se decidió bajar la alerta de roja a amarilla y extender la suspensión de clases hasta mañana para todos los colegios. "La mayoría de los colegios se anegaron, podrían estar con problemas eléctricos, hay que limpiarlos, secarlos y revisarlos. La idea es que los colegios estén preparados para que los niños regresen el lunes. Y algunos están siendo ocupados como albergue", precisó el intendente de Antofagasta, Arturo Molina.
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La Costanera de Antofagasta fue una de las zonas afectadas por las fuertes precipitaciones. Foto: Cristian Rudolffi / Aton[/caption]
Otros factores para aplazar el retorno a clases sería el apozamiento de gran cantidad de agua en ocho intersecciones claves de la ciudad y 22 semáforos dañados.
La nieve, sin embargo, fue la que provocó más trastornos en los sectores precordilleranos y cordilleranos de la región, tanto en las faenas mineras (ver página 4) como en los poblados al interior de Calama y San Pedro de Atacama, que desde temprano comenzaron a teñirse de blanco.
La acumulación de nieve y el viento blanco obligaron al corte de los pasos fronterizos, el cierre de algunos atractivos turísticos y a suspender el tránsito en la ruta San Pedro-Calama, por nieve y hielo en la calzada. "Sólo a las 15.30 horas se abrió la ruta para que salieran todos los vehículos que necesitaban hacerlo desde San Pedro hacia Calama, y luego en sentido contrario, por temas de seguridad", destacó el alcalde de San Pedro de Atacama, Aliro Tacur.
"En Peine y Río Grande también cayó nieve, lo que no es normal", señaló el edil. El intendente destacó también los trabajos y medidas preventivas, que aminoraron los efectos de la nieve y lluvia.
Tensión en Atacama
El agua se presentó de madrugada en Chañarcillo y Diego de Almagro, localidad que ya había evacuado preventivamente a 90 personas el martes por la noche, y que este miércoles aún presentaba lluvias intermitentes, al igual que El Salvador.
En Copiapó la lluvia solo llegó en la tarde, pero en forma leve. "Vamos a estar bordeando los 15 a 20 mm en la precordillera de Chañaral, no así en el resto de la región, donde las intensidades fueron bajas. Tuvimos un total de 167 albergados en toda zona, muchos de ellos por decisión propia. En ese sentido, la población respondió de buena manera, junto a las obras de mitigación que se han estado realizando desde 2015 y que se reforzaron después de las lluvias de mayo pasado", manifestó el intendente de Atacama, Miguel Vargas.
Las clases en la III Región se reanudarán a partir de este jueves, a excepción de Tierra Amarilla, Diego de Almagro y Chañaral. Además, el director nacional de Sernageomin, Mario Pereira, anunció la futura instalación de "sensores de movimientos y cámaras IP de alta sensibilidad para el monitoreo de las quebradas Paipote y Río Salado".