La minera chilena de cobre Antofagasta Minerals dijo este miércoles que las condiciones del mercado son desafiantes en el corto plazo debido a una menor confianza en el crecimiento económico en China, el mayor consumidor mundial de metales, y por suministros adicionales que estarán disponibles.
La compañía, que al igual que otras mineras está lidiando con crecientes costos de extracción, menores grados del mineral y débiles precios del cobre, afirmó que se encuentra en un periodo de consolidación y que espera que su próxima fase de crecimiento no comience al menos en 2 ó 3 años.
"No hay duda de que los fundamentos del cobre siguen sólidos en el mediano plazo, no obstante, tenemos que ser cuidadosos en un entorno más desafiante en el corto plazo", sostuvo el presidente del Directorio de la minera, Jean-Paul Luksic, en declaraciones preparadas para la reunión general anual de la compañía.
"Periodos de bajos precios y menor crecimiento de la demanda nos permiten volver a equilibrar, realinear y colocarnos en una buena posición para beneficiarnos completamente de la próxima alza de precios", agregó.
Los precios de los metales han sido golpeados por una desaceleración en el crecimiento de la demanda de China y preocupaciones sobre la disponibilidad del crédito en el país.
El cobre ha caído casi un 7% en 2013 y otro 7% en lo que va de este año.
Antofagasta, controlada por la familia chilena Luksic, sorprendió con el pago de un alto dividendo en 2013, a pesar de una caída de las ganancias subyacentes, optando por distribuir efectivo en lugar de retenerlo con bajas tasas de interés y reduciendo su hoja de balance a niveles mucho menores que en años anteriores.
"Esta decisión refleja un cambio en la actitud del directorio y la gerencia sobre lo que consideramos que es un saldo en efectivo apropiado", explicó Luksic.
"Sentimos que es correcto que los accionistas reciban cualquier exceso de efectivo que se acumule de vez en cuando, en lugar de que la compañía lo retenga", acotó.
El productor que cotiza en Londres dijo que se dirige a cumplir con una meta de producción en el 2014 de 700.000 toneladas de cobre. La compañía espera elevar en una cuarta parte su producción a casi 900.000 toneladas en los próximos cinco años a través de proyectos en antiguas zonas industriales.