Fue otro equipo. Antofagasta cambió radicalmente en relación a sus dos partidos anteriores, y en este fue dominador de principio a fin. Lo diferente fue su parte ofensiva, donde Bryan Carvallo se transformó en una pieza ideal.
Entre Araos, Salinas, el mismo Carvallo y Harbottle inquietaron sin cesar a una U. de Concepción que, además, se encontraba con el bien respaldo de Villagra y Sandoval en el medio. Un muro que les costó mucho sobrepasar con la rapidez y precisión que tanto le agrada a Francisco Bozán: solamente llegaron una vez por tiempo, encontrándose con el buen portero García.
Un jugadón de Araos permitió a Carvallo abrir la cuenta. El Campanil no tuvo plan B para adueñarse de las acciones ante un conjunto que estuvo muy bien parado y que tuvo una distancia perfecta entre sus líneas. Un afortunado centro de Agote rozó en Meneses para el 2-0, y Sandoval sacó un derechazo impecable para aumentar.
Hugo Droguett, que no pudo estar en los dos primeros pleitos recuperándose de la migraña que sufrió en diciembre, volvió a jugar. Y nuevamente deleitó. El zurdo habilitó con su pie débil a Harbottle, quien puso el cuarto. Ciampichetti, que ingresó en el final, aumentó tras notable pase de Villagra.
Antofagasta pareciera encontrar su fútbol, y ganó un duelo trascendental en la lucha por no descender.