Leopoldo López (45), el preso político más emblemático de la oposición venezolana, cumple hoy tres años encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde. A pesar de contar con el apoyo de varios líderes internacionales -el más reciente fue el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump-su futuro en libertad se ve lejano. El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), un aliado del chavismo, ratificó en última instancia la condena de casi 13 años y nueve meses de cárcel contra el dirigente, acusado de conducir las manifestaciones del 12 de febrero de 2014, en donde murieron 43 personas.
En entrevista con La Tercera, la madre López, Antonieta Mendoza, habló de cuáles serán los pasos a seguir para conseguir la liberación de su hijo y cómo ha cambiado la situación en Venezuela a tres años de que se entregara a la Justicia.
¿Cómo se encuentra su hijo?
Se encuentra bien, firme, resistiendo y receptivo, seguro de la decisión y el sacrificio tan grande que tomó al entregarse a esta Justicia, a esta dictadura. El lo sabía muy bien. Fue de las primeras personas en el país y de los líderes políticos que denunció que estábamos ante un régimen anti democrático.
¿En qué condiciones está?
Desde el momento en que entró a Ramo Verde ha estado aislado. En estos tres años, ha estado 500 días en aislamiento completo. Leopoldo sólo puede recibir visitas de su familia directa y de sus abogados. Le han negado toda clase de visitas de presidentes, ex presidentes, de la Iglesia Católica y de organizaciones.
¿Cree que ha valido la pena el encierro de su hijo?
El está muy consciente del sacrifico y hoy te vuelve a decir que no se arrepiente. El encierro de mi hijo ha valido la pena porque desnudó al régimen de Maduro. Definitivamente su caso ha puesto en evidencia la violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela.
Han pasado tres años también desde las protestas de 2014. ¿Cómo ve la situación general en el país?
El año en que comenzaron las protestas, estas estuvieron muy vivas durante tres meses, a pesar de una profunda represión. En 2015 la calle estuvo absolutamente apagada, por miedo. En 2016, el venezolano volvió a salir a la calle porque perdió el miedo, porque había una expectativa por el referendo revocatorio. Luego vino nuevamente una farsa, un falso diálogo y la gente se apagó. Todo aquello que se había alcanzado durante 2016, se perdió. La gente volvió a apagarse, el gobierno logró oxígeno, y el famoso diálogo no funcionó.
¿La oposición tuvo responsabilidad en el quiebre del diálogo?
Parte de la oposición se sentó en la mesa de diálogo. Voluntad Popular, el partido que fundó mi hijo Leopoldo, no se sentó. Cada partido tiene sus propios mecanismos. El diálogo sí es el mecanismo para salir de la crisis, pero tú no te vas a sentar en un diálogo con un régimen dictatorial y sin ninguna condición previa.
¿Qué camino se tomará tras la sentencia del TSJ?
Era algo esperado. El TSJ es el operador político del gobierno. Pero una sentencia dentro de un régimen dictatorial es una sentencia nula. Aquí se agotaron todos los recursos y vamos a acudir a Naciones Unidas.
¿Cómo ve 2017? ¿En qué se enfocarán ante el escenario electoral?
Yo creo que 2017 se le presenta al gobierno sumamente complicado. Primero porque la situación del país, esta crisis humanitaria que estamos viviendo, está acabando con la población venezolana. Ojalá que los países de la región se unan al llamado del secretario general de la OEA, Luis Almagro, para activar de la Carta Democrática. Es eso lo que toca.
¿Cree que las elecciones regionales puedan realizarse este año?
Ellos no se quieren medir. Cuando estaba Hugo Chávez en el gobierno, hacían y repetían elecciones porque sabían que con ciertas trampas podían ganar y eso fue lo que sucedió. Ahora ni con las trampas pueden ganar, eso está clarísimo.
¿Qué le parece el apoyo que Trump le entregó a la liberación de su hijo?
Es un demócrata. El Presidente de EE.UU. se une a las voces demócratas del mundo. Primero fue el presidente del gobierno español Mariano Rajoy, también el Presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski y Mauricio Macri, en Argentina. Estamos esperando que la Presidenta Michelle Bachelet reciba a Lilian (Tintori). El Parlamento chileno y el canciller han sido sumamente solidarios pero se ha pedido infinidad de veces la reunión con la Presidenta y no ha sido posible.