Antonio Banderas dijo hoy en el Festival de Cine de Karlovy Vary que ya pertenece al pasado su época de galán romántico de sus primeros años en Hollywood.

Banderas, cuya filmografía como intérprete se acerca a los 70 títulos, recibirá esta noche el Presidential Award del certamen centroeuropeo, cuya 44 edición se clausura mañana en la ciudad balneario de Bohemia occidental.

El intérprete aseguró que "hubo un momento en que era un rompecorazones, pero nunca me sentí así" y "las cosas ahora son más frías". Banderas, de 50 años y afincado en Hollywood desde principios de los 90, realizó estas declaraciones durante un encuentro con la prensa.

El actor dijo que en casi dos décadas de trabajo en el epicentro de la cinematografía mundial, no quiso "hacer el juego (de galán) todo el tiempo, porque te destroza. Por eso volví a Málaga".

Banderas presentará en Karlovy Vary su último trabajo como director, El camino de los ingleses, que polarizó a la crítica cinematográfica en la Berlinale del 2007, sin que dejara a nadie indiferente. "Unos decían que era una pequeña obra maestra y otros por poco me crucifican", ha bromeado.

El actor jabló de su relación con Pedro Almodóvar, con el que Banderas se ha distanciado, a pesar de haber comenzado con él su trayectoria profesional (Laberinto de pasiones, Atame o Mujeres al borde de un ataque de nervios). "Le dije que no a varias películas que me ofreció, entre 1992 y el 2000, y creo que no le gustó", ha afirmado el malagueño, que se ha mostrado dispuesto a reanudar la colaboración "cuando él quiera".

Antonio Banderas desea volver al teatro "porque es mi fuente principal. Soy más actor teatral, aunque lo llevo abandonado casi 16 años, y con la sensación de abandonar a una mujer que me quería mucho", lo que tendrá ocasión de recomponer en la adaptación musical de Zorba el Griego que prepara en Broadway.