Chelsea y una fracción de Londres están aún de fiesta. Ayer, un bus descapotable con los jugadores de los "blues" recorrió las calles de la capital inglesa para festejar la Premier League que conquistaron en el torneo que acaba de terminar.

La actividad sumó a unos 70 mil fanáticos que acompañaron la celebración de sus ídolos con múltiples cánticos y con... apio. Sí, tal cual: jugadores como Petr Cech, Eden Hazard y John Terry recibieron trozos enviados por los hinchas, en un acto muy lejos de ser agresivo aunque sí clásico.

El origen: Durante la década de los 80 nació la tradición de los hinchas de Chelsea de arrojar apio a la cancha. Lo hacían tras entonar un cántico denominado "celery" (Apio en inglés), que contenía un tenor sexual en contra de los rivales. Al finalizar la canción, se lanzaban trozos del vegetal a la cancha (en realidad, a la zona más cercana) con el fin de darle mala suerte al rival. Otra versión indica que el objetivo era "intimidar" al adversario. 

Esto se realizaba tanto en Stanford Bridge como en los estadios visitantes, ya sea en Inglaterra o en Europa.

Con el tiempo, arrojar apio pasó a ser una entretención que involucraba a los propios hinchas "blues". Por ello, no se hizo extraño que la barra protagonizara "guerras" de apio, hecho que poco a poco transformaría a este elemento como parte de la identidad de Chelsea.

Pero todo tuvo un final. Dentro de Stanford Bridge, esta tradición duró hasta que los reclamos de jugadores rivales y del mediocampista Cesc Fábregas llegaron a los oídos del magnate ruso Roman Abramovich, quien decidió prohibir en 2007 el ingreso de apio a Stanford Bridge. Y además, el club prometió sancionar a hinchas que lancen la verdura en otros recintos.

Ahora, la tradición de lanzar apio quedó para los grandes eventos, como la celebración del título por las calles londinenses.