Gary Johnson, un hombre de 59 años condenado a la pena capital en el estado de Texas por un doble homicidio en 1986, recibió una inyección letal esta noche, informaron las autoridades penitenciarias.
El 30 de abril de 1986, cerca de Huntsville, una villa de Texas donde hoy se desarrolló la ejecución, algunos vecinos habían notado un camión estacionado cerca de un rancho y llamaron a los propietarios, ya que pensaron que se trataba de ladrones.
Cuando los dueños de la casa, Jim Hazelton, de 28 años, y su cuñado Peter Spraragana, de 23, llegaron a la casa se encontraron frente a frente con los delincuentes, los hermanos Gary y Terry Johnson, quienes los mataron con un arma de fuego.
Durante el proceso, Terry Johnson hizo un acuerdo con la procuraduría y testimonió contra su hermano: así, fue condenado a 99 años de prisión, evitando la pena de muerte, que sí se le aplicó a Gary.
Se trata de la segunda ejecución de 2010 en Texas, el estado e Estados Unidos con el mayor número de condenas a muerte llevadas a cabo.
Otras cuatro están previstas antes de que finalice el mes de marzo.