Es quizá uno de los secretos peor guardados de la industria tecnológica, aunque hasta cierto límite aún mantiene su hermetismo. Se trata del llamado "Project Titan", el proyecto de Apple que de
acuerdo a múltiples filtraciones, busca (o buscaba) desarrollar su propio vehículo eléctrico e inteligente.
Sin embargo, la idea -que data del tiempo de Steve Jobs- en el último tiempo ha dado más señales de fracaso que de algún grado de avance.
Lo primero es la reformulación de la estrategia por parte de la empresa, que en vez de lanzar su propio automóvil se enfocaría en desarrollar tecnologías para vehículos autónomos que no
necesitan un conductor humano.
El rumor, salido a la luz en septiembre en el New York Times señala que si bien Apple probablemente no se convertirá en un fabricante de automóviles, de todas maneras habría tenido la intención de desarrollar su propia tecnología para vehículos autónomos. El proyecto automovilístico del fabricante de iPhones sin embargo, cambió radicalmente para abrirle la puerta a asociaciones con empresas automovilísticas, según confirmaron fuentes cercanas al proyecto.
Recordemos que en aquella oportunidad, el vínculo de Apple y la industria automotriz incluso tocó a su potencial competencia, Tesla, cuando su director ejecutivo Elon Musk señaló que la empresa californiana habría contratado centenares de ingenieros, entre ellos algunos de su empresa, para desarrollar su proyecto.
A todos estos indicios negativos se suma un reporte de Bloomberg entregado hoy que asegura que Apple no sólo habría cambiado por completo sus planes, sino que destinó a cientos de empleados que habían estado involucrados en el proceso a otras áreas.
De acuerdo al reporte, la nueva fecha límite para que los sistemas en los que están trabajando sería fines de 2017, y se enfoca en ayudar a los fabricantes para que puedan convertir a los vehículos en autónomos. De esta forma, evitaría ingresar a un mercado complejo y arriesgado, aunque esto no implica que en el futuro no pueda desarrollar su propio automóvil.
Según bloomberg, desde 2014 e incluyendo a los ya mencionados ex empleados de Tesla, la reestructura de Apple ha involucrado a especialistas en mecánica y 120 ingenieros en software.
Según analistas, las compañías tecnológicas desean participar en el sector automovilístico ante su pretensión que las personas utilicen sus productos y servicios incluso mientras conducen un vehículo.
Aún así, expertos señalan que la construcción de un vehículo es un desafío increíblemente complejo para cualquier compañía, incluso para una con la capacidad técnica de Apple. Además, la manufactura automovilística conlleva más aspectos regulatorios y jurídicos que la fabricación de un iPhone o una computadora.
Hasta ahora la industria tecnológica se ha involucrado cada vez más en el sector, con Apple, Google y otras empresas desarrollando programas que contribuyan a administrar la información y los sistemas de entretenimiento dentro de los vehículos actuales.
Google por ejemplo, no ha mantenido en secreto que trabaja en el desarrollo de tecnología para vehículos autónomos, aunque es probable es que se asocie con un fabricante automovilístico para el proceso final. El otro es Tesla, quien hace mucho cuenta consu propio modelo semiautónomo; e incluso Uber se ha aventurado en algunas ciudades del mundo con sus propios vehículos autónomos.