En una polémica sesión y con el voto en contra de la canciller Angela Merkel, el Parlamento alemán aprobó este viernes la legalización del matrimonio homosexual.
El proyecto fue impulsado por su socio minoritario, el Partido Social Demócrata (SPD) en una alianza inédita con Los Verdes y La Izquierda, luego de romper su acuerdo de coalición con conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel.
La iniciativa, que obtuvo luz verde con 393 votos a favor, 226 en contra y cuatro abstenciones, le entrega a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que para las heterosexuales, incluyendo la adopción. Setenta y cinco diputados de la CDU-CSU votaron a favor de la medida.
La iniciativa había quedado fuera del acuerdo de la gran coalición en 2013 y los socialdemócratas habían respetado el pacto durante los últimos cuatro años. Pero a tres meses de las elecciones generales, la SPD condicionó la aprobación de la medida como un requisito imprescindible para participar en un futuro gobierno.
El líder del SPD, Martin Schulz, aseguró el domingo que no se aliaría con quien no incluyera en el pacto de gobierno el matrimonio gay, decisión a la que otros partidos de oposición también se sumaron.
Durante mucho tiempo, la canciller se opuso a la medida para no contrariar al sector más conservador del electorado, así como también a sus aliados de la bávara Unión Social Cristiana (CSU), con un enfoque más tradicional en temas sociales.
Merkel planeaba votar la medida después de las elecciones generales del 24 de septiembre, dándose tiempo para debatir el tema dentro de su coalición. Sin embargo el SPD logró acelerar el proceso, aliándose con otros dos partidos de izquierda.
Frente a las presiones de sus socios y con la vista puesta en los comicios, Merkel llamó a tomar "una decisión en conciencia" y dio libertad de voto a sus diputados. La canciller aspira a un cuarto mandato y la aprobación temprana de la legislación del matrimonio homosexual podría garantizarle algunas alianzas tras los comicios.
"Para mí el matrimonio, en la Constitución, es la unión entre un hombre y una mujer y por eso no he aprobado el proyecto", aseguró Merkel tras la sesión en el Bundestag y llamó a que la decisión sea "respetada por ambas partes".
El SPD ha logrado en las últimas semanas un repunte en los sondeos. Según una encuesta de Emnid, publicada a principios de junio, su intención de voto es del 27%. El partido de Merkel, junto a sus socios de la CSU, lidera las preferencias con un 38%.
De todas formas la opinión alemana se muestra mayoritariamente a favor del matrimonio homosexual. Según un sondeo, 75% está a favor de esta medida.
Merkel tendrá que lidiar ahora con el ala más conservadora de su coalición, luego que una amplia mayoría de sus diputados votaran en contra de la medida.
La aprobación de esta ley fue tomada como una ruptura de confianza por algunos socios de la CDU-CSU, quienes están considerando acudir a la Corte Constitucional para revertir la medida.
El líder del grupo parlamentario de la CDU-CSU, Volker Kauder, quien ha sido una suerte de vocero de quienes defienden el matrimonio tradicional, denunció tras la sesión el "oportunismo político" de sus socios del SPD.
"Yo personalmente nunca pondré mi firma en algo que represente el matrimonio para todos, por motivos de conciencia", aseguró frente a los medios.
La votación fue considerada como "histórica" y el país se convirtió en el número 24 del mundo en legalizar el matrimonio igualitario. Dentro de Europa, es el número 14. Países como Austria, Grecia o Italia, aún no han aprobado esta medida.
En 2001, Alemania ya había aprobado una unión civil que otorga los mismos derechos que el matrimonio, salvo en temas de adopción y en ciertas ventajas fiscales.b