Hasta hace dos años, realizar el examen teórico para obtener la licencia de conducir era casi un trámite. Los futuros automovilistas que acudían a los municipios para realizar el test podían aprenderse de memoria las 280 posibles preguntas, facilitando un buen resultado. En esa época el nivel de aprobación de la prueba llegaba al 95%.
Pero después de las modificaciones introducidas a la prueba teórica -en diciembre de 2012- la cantidad de personas que supera el examen se redujo a casi la mitad, llegando al 53%.
La razón, según expertos, es el aumento del nivel de exigencia en el test, que incluyó mayor comprensión lectora. Además, se disminuyó el lapso de tiempo para responder el examen y se amplió el abanico de preguntas, que pasó de 280 a 800. Esto redujo la posibilidad de aprenderse de memoria las respuestas.
"El problema que existía con los postulantes a la licencia de conducir, hasta antes de que se hicieran estas modificaciones, era que básicamente se aprendía de memoria las respuestas. Entonces habían personas que simplemente no sabían explicar un concepto", señala Alberto Escobar, gerente de asuntos públicos de Automóvil Club de Chile, entidad que realiza cursos de conducción.
Según cifras de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), desde diciembre de 2012 a la fecha, en el país se han rendido 735.108 exámenes teóricos para la licencia clase B (no profesional). De ellos 345.905 fueron reprobados (es decir, un 47%).
EVOLUCIÓN DE PREGUNTAS
Sergio González rindió su examen teórico, clase B, el pasado 19 de diciembre. El fue uno de los muchos que no logró aprobar el test. "La prueba es compleja, pero es cosa de estudiar, sin estudio es imposible que uno la pueda pasar porque no es 100% lógica", sostiene, asumiendo que la causa de su reprobación fue la falta de preparación.
Quienes reprueban tienen un plazo de 25 días para repetir el examen teórico sin costo. Si se vuelve a reprobar, la licencia es denegada, y se tiene que solicitar nuevamente el trámite después de un mes.
Según explica el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, la dificultad en la nueva prueba ha servido para formar mejores conductores. "Con el nuevo examen de conducir tenemos una mayor tasa de rechazo , lo cual es un signo de que efectivamente el haber homogenizado este examen a lo largo del país, el haber introducido mejoras, está siendo un filtro efectivo para la formación de conductores", asegura.
Si bien actualmente el test tiene un banco de preguntas hasta cuatro veces mayor que la prueba anterior, la Conaset aseguró que los contenidos del examen teórico se complementan y actualizan constantemente. Por ejemplo, junto con la entrada en vigencia de la Ley Emilia, también se incorporaron preguntas sobre esa nueva legislación.
Esta información actualizada se puede descargar de forma gratuita desde la web de Consaet.
SITUACIÓN EN SANTIAGO
En la Región Metropolitana, la situación no es similar al índice nacional. El nivel de aprobación del examen teórico alcanza el 59% y 10 comunas están por debajo del 50% (ver infografía).
Dentro de los municipios con menor porcentaje de aprobación en el examen están Paine (38%), Til Til (42%), San José de Maipo (42%) y Pudahuel (43%). En la situación contraría, está Ñuñoa (71%), Providencia (69%), La Reina, Lo Barnechea y Vitacura (68%).
Según el presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) y alcalde de Maipú, Christian Vittori, estos resultados podrían deberse al bajo nivel de escolaridad que existe en la zona rural de Santiago, que es donde el porcentaje de aprobación es más bajo. "Pueden ser distintas las variables que influyen en eso, pero uno de los requisitos para tener la licencia es tener Octavo Básico. Probablemente podrían incidir los niveles de escolaridad, ya que al ser más exigente la prueba en materia de conocimiento, quizás requiera un mayor grado de preparación", sostiene.
Vittori añade que dentro de los planes de algunos municipios se contempla incluir en colegios municipales clases de seguridad vial y que los alumnos de cuarto medio puedan graduarse con una licencia de conducir en la mano. "Sin duda que el nuevo examen ayuda a mejorar la conducción, pero claramente es insuficiente, en la medida que no se incorpore una cultura en la cual las personas puedan, desde la enseñanza básica y media, adquirir una conducta de manejo preventivo", plantea.
En esta misma línea, Alberto Escobar señala que, pese a que no es obligación realizar cursos de conducción, la preparación pedagógica de los futuros automovilistas es fundamental, considerando que cerca del 50% de los jóvenes son la primera generación de sus familias que maneja. "Solo el 25% de las personas toma cursos de conducir. Entonces, muchas veces los niños aprenden con el papá, que probablemente también aprendió con su padre. Así, quedan muchos vacíos y mitos que se van perpetuando", comenta.