Países de Latinoamérica y Europa impulsaron el viernes una resolución que busca poner fin a la violencia contra homosexuales a través del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, pese a una fuerte oposición de estados islámicos y africanos.

La resolución, aprobada por 25 votos contra 14 en el cuerpo de 47 miembros, asegura que el asunto permanece en su agenda de cara a lo que sus defensores definen como una creciente tendencia a la discriminación y el abuso físico contra gays y lesbianas.

Instó al nuevo alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el ex diplomático jordano Zeid Ra'ad Al Hussein, a que dé un reporte ante el consejo el año próximo sobre el tema y proponga formas de superarlo.

La resolución fue delineada por Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Chile argumentó que votar contra ella sería aprobar el trato violento que reciben "millones de personas en todo el mundo en base a su orientación sexual".

Pakistán, hablando por la Organización para la Cooperación Islámica, dijo al consejo que la medida sería "en detrimento de nuestras sociedades musulmanas y especialmente nuestra juventud", mientras que Egipto señaló que la homosexualidad no estaba cubierta por los acuerdos de la ONU sobre derechos humanos.

Por la Unión Europea, Italia e Irlanda -ambos países predominantemente católicos donde la homosexualidad era un tabú en el pasado- dijeron que la resolución ayudaría a mejorar la difícil situación en la cual muchos gays y lesbianas tienen que vivir.

Cuba y Venezuela, que generalmente votan contra mociones respaldadas por Occidente, también apoyaron la resolución.