La Cámara Legislativa de Brasilia aprobó hoy el juicio político contra el gobernador Roberto Arruda, preso bajo acusación de corrupción y pivote de una crisis que sacude al partido conservador Demócratas y al sistema político brasileño, a ocho meses de las elecciones presidenciales.
La Comisión Especial constituida en la Legislatura brasiliense para tratar las acusaciones contra Roberto Arruda respaldó hoy por unanimidad el pedido de cuatro procesos en su contra.
La propuesta fue presentada por el diputado estadual Chico Leite, del Partido de los Trabajadores, fundado por el Presidente Luiz Lula da Silva.
"Si del ciudadano común se exige que tenga respeto por la cosa pública, que no cometa actos que violen los derechos ajenos, imagínense lo que debe ser exigido por un gobernador de una unidad de la Federación" dijo Chico Leite.
Arruda está preso en la Superintendencia de la Policía Federal de Brasilia luego de que la Procuraduría General de la República lo acusó de comandar un grupo que se enriqueció con dinero público y recibió sobornos de empresarios.
Se trata del primer gobernador detenido en ejercicio de su mandato desde 1985, tras el fin de la dictadura militar.
El Operativo Caja de Pandora, de la Policía Federal, investigó durante meses las cuentas de Arruda y sus colaboradores, algunos de los cuales fueron filmados cuando ocultaban fajos de dinero entre sus ropas interiores.
Roberto Arruda fue detenido el 11 de febrero, cuando lo reemplazó Paulo Octavio, también procesado por corrupción, quien renunció el martes pasado.
Además, el nuevo gobernador interino, Wilson Lima, quien asumió el cargo el miércoles, fue acusado de enriquecimiento ilícito.