Los habitantes de Riad pasan cerca de una hora y 54 minutos cada día en los tacos, los que reducen la velocidad promedio de conducción a sólo 27 km/h. Con el objetivo de "facilitar la vida" de los seis millones de habitantes de la capital de Arabia Saudita, que podrían pasar a "8,5 millones en 10 años", el gobernador de la ciudad, el príncipe Jaled Ben Bandar Ben Abdel Aziz, designó a tres consorcios internacionales para construir una red de metro de US$ 22.500 millones, que contempla seis líneas con un total de 176 kilómetros. Esto lo convierte en el proyecto en construcción más grande del mundo. Y no sólo eso, podría convertirse en un símbolo del cambio social en este reino petrolero regido por la Sharia -ley islámica sunita-, al permitir que las mujeres sauditas eventualmente puedan viajar solas en sus vagones.
El metro de Riad, cuya construcción comenzará en el primer semestre de 2014 y debe durar casi cinco años (56 meses exactamente), funcionará en un 20% con energía solar, dijo el príncipe Jaled. El proyecto aspira a disminuir la contaminación, los tacos y los accidentes en la ciudad que se extiende sobre 1.300 km2. Con 7,4 millones de desplazamientos diarios, sólo el 2% de éstos se realiza actualmente en transporte público.
Para su construcción se requerirán 600.000 toneladas de acero (equivalentes a 80 veces al empleado para construir la Torre Eiffel), 4,3 millones de m3 de hormigón (11 veces el utilizado en Burj Jalifa, el rascacielo más alto del mundo), y más de 30.000 trabajadores.
El proyecto prevé también una red de transporte de buses para conectar las estaciones de metro con los diferentes barrios de la capital, para lo cual la ciudad de Riad tendrá que comprar un millar de autobuses.
Si bien en la ceremonia de atribución de los contratos, Jaled no se refirió al tema, la revista alemana Der Spiegel asegura que cuando el metro de Riad abra sus puertas las mujeres y niños no tendrán que viajar con hombres, sino que tendrán vagones exclusivos. "El nuevo metro marcará el comienzo de un cambio social. Podría servir como un primer paso hacia el progreso sutil en un país dominado por el wahabismo, una rama ultraconservadora del islam sunita, donde las mujeres no pueden conducir, rara vez salen de sus casas solas y siempre deben cubrir todo su cuerpo y llevar un velo", destacó la publicación alemana.
Sin embargo, en el último tiempo el reino petrolero ha dado muestras de apertura en ese sentido. En 2011, la monarquía anunció que las mujeres podrán votar y ser candidatas en las elecciones a partir de 2015. El reino saudita era el único país del mundo donde las mujeres no tenían derecho a sufragio.
En enero pasado, en tanto, el rey Abdalá emitió un histórico decreto que permite que las mujeres por primera vez sean miembros del Consejo de la Shura, el órgano consultivo del país. Luego, en marzo, la Shura acogió una petición sobre la posibilidad de autorizar a las mujeres a conducir. En abril, la policía religiosa dio el visto bueno para que las mujeres puedan ir en bicicleta o moto siempre que vayan acompañadas por un varón de su familia y vestidas de una manera "respetable".