Arabia Saudita aumentó drásticamente el número de ejecuciones públicas: en lo que va de año mató de esta forma a 44 personas, frente a las 11 del mismo periodo de 2013, denunció hoy la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional.
En total, en 2014 fueron ejecutadas 83 personas en el país, según la organización.
El reino saudí aplica una versión muy estricta del islam. La mayoría de los condenados son decapitados con una espada, de forma similar a los brutales asesinatos que realiza la milicia terrorista Estado Islámico.
También son habituales los latigazos públicos como a los que fue condenado recientemente el bloguero Raif Badawi, por criticar el sistema político en el país. Por ello recibió hasta el momento 50 de los 1.000 latigazos que ordenó el juez.
El Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCHR) informó hoy mientras tanto de la condena a diez años de cárcel impuesta a Mohamed al Bayadi, un conocido defensor de los derechos humanos, acusado de difamar al país con sus críticas al sistema de Justicia y su defensa de los derechos civiles.
El activista fue condenado a finales de la semana pasada. La mitad de la condena será en libertad condicional. Desde 2005 ha sido varias veces encarcelado.
Según el GCHR, el activista de 34 años, miembro fundador de una organización de derechos humanos que lucha contra las penas de tortura en el país, fue condenado por un tribunal penal que normalmente trata temas de terrorismo.
El miércoles Riad retiró a su embajador de Suecia después de que Estocolmo decidiera poner fin a un acuerdo de armamento vigente desde 2005 alegando violaciones a los derechos humanos en el país.