Diferencias de hasta $ 3,6 millones registran los aranceles de las carreras más demandadas y tradicionales entre las 33 universidades miembros del sistema único de admisión (SUA). Por ejemplo, en el caso de Ingeniería Comercial  en la U. Arturo Prat el arancel real 2015 es de 1,8 millón. En la misma carrera, pero en la U. Del Desarrollo (UDD) el monto alcanza los $ 5,5 millones anuales. Es decir, tres veces más alto que el valor más económico.

En el grupo de carreras analizadas, la UDD es uno de los planteles que registra los valores 2015 más altos: Medicina, Derecho y Enfermería son algunos de los programas más onerosos (ver infografía). El rector de dicho plantel, Federico Valdés, aclara que  "nosotros nos financiamos prácticamente solo con los aranceles, no recibimos aportes fiscales a diferencias de universidades del Cruch. Tenemos altos estándares en número de profesores o recursos educacionales como bibliotecas y campus clínicos que se financia con lo que pagan los alumnos".

En el caso de Medicina, "tenemos una carrera muy sofisticada. Si uno mira la  calidad de campus clínico, por ejemplo, (...)  el arancel que pagan los alumnos no alcanza a costear los gastos del programa".

Pese a los altos aranceles, Valdés explica que las carreras que imparten no son significativamente más costosas que planteles como la U. Andrés Bello o Mayor, que son las que también cobran altos aranceles en Medicina.  "Entregamos $ 7 mil millones en becas para costear arancel. Y así como tenemos aranceles altos en algunas carreras, especialmente en Santiago, en Concepción son más bajos y la mitad de los alumnos recibe beca".

Mientras la UDD cobra cerca de $ 7 millones para ingresar este 2015 a Medicina, la U. de Magallanes tiene un arancel de $ 4,2 millones. El vicerrector de la institución de Magallanes, José Maripani, dice que el costo se debe a que el programa está dirigido a los alumnos de la región. "Si bien es la carrera más costosa del plantel, somos la más barata del sistema porque cuando uno diseña una carrera en esta zona asilada se piensa en el desarrollo de la región y que cubra los costos operacionales". Este es el segundo año en que el plantel imparte Medicina.

Otra de las carreras con diferencias es Trabajo Social. El arancel más costoso es de la Pontificia  U. Católica (PUC) que cobra $ 3,5 millones y le sigue la U. Andrés Bello (Unab) con casi $ 3 millones. Varios puestos más abajo, está la U. Arturo Prat que fijó su arancel 2015 en casi $ 1,6 millón. El director de admisión de la Unab, Leonel Vega, explica que "lo que uno está pagando es la investigación. Las universidades medimos las carreras de acuerdo a  la cantidad de años,  de docente y probablemente si la comparas, la que se da en otras sea más cara".

OTRAS RAZONES

Para el experto en educación superior y economista de la U. Católica, Ricardo Paredes, la variación de precios se debe, también, a "la complejidad de cada carrera. Por ejemplo, en Medicina se requiere un alto número de profesores por alumnos. En cambios, programas como Pedagogía no, por lo que son menos costosas".

Otro de los factores que marcan el costo del arancel es la demanda que hay tanto por el plantel como por la carrera. "Algunos cobran lo que más puedan con el objetivo de poder costear el programa y requieren matrícula. Otros planteles más selectivos, como la U. de Chile y Católica prefieren mantener sus precios porque apuestan a la calidad, por lo que sus requisitos van creciendo", explica Paredes.

Entre las dos universidades mencionadas, la U. Católica, también se posiciona dentro de las universidades con más altos aranceles. Su jefe de admisión, Juan Echeverría, explica que, en promedio, cobran un 25% más que su par de la Chile. "La PUC se financia mayormente por lo que recauda con los aranceles y no recibe aportes  adicionales, que sí reciben las estatales".

Sin embargo, la PUC hace tres años reajusta sus aranceles para primer año considerando sólo el IPC. El objetivo, según Echeverría, es  "acercar el arancel real con el de referencia", que es el que dicta el Mineduc y con el cual se fijan las becas y créditos.