Arauco -firma controlada por la familia Angelini- deberá pagar $ 5.200 millones (casi US$ 10 millones) por el daño ambiental en que incurrió el año 2004, en el Santuario de la Naturaleza del río Cruces de Valdivia, donde provocó la muerte de cisnes de cuello negro.
La firma llegó a un acuerdo con el Consejo de Defensa del Estado, en el que se estableció dicho monto. Sin embargo, éste dista del indicado por los peritajes entregados durante el curso de la investigación, que cifraban el daño en unos $ 86.000 millones.
El gerente de Asuntos Públicos de Arauco, Iván Chamorro, precisó que de los $ 5.200 millones, la mitad irá para el Fisco, mientras que el resto deberá ser ocupado para el desarrollo de distintos programas comunitarios en la zona, ordenados en el fallo que emitió el Juzgado de Garantía de Valdivia, en julio de 2013.
El ejecutivo precisó que el convenio aún está pendiente de ser confirmado por el Ministerio de Hacienda, que será el organismo que tendrá la última palabra. "Tras ello, se realiza el documento de transacción formal y queda terminado el juicio en ese punto, que es el indemnizatorio", agregó Chamorro.
MITIGACION
En cuanto al monto que va destinado a los programas comunitarios ($ 2.600 millones), Chamorro explicó que se realizará un mecanismo participativo con la comunidad local, con el fin de establecer prioridades y determinar los programas específicos a realizarse, los que tendrán todos relación con la conservación de la naturaleza.
En julio del año pasado, el tribunal decretó que la empresa debía ejecutar la realización de un estudio sobre las actuales condiciones del humedal; poner en marcha un programa de monitoreo medioambiental constante -por un plazo no menor a cinco años-; desarrollar un programa comunitario relacionado con el humedal, y crear un centro de investigación para éste. También ordenó a Arauco construir un humedal artificial con carácter de centinela.
Frente a ello, Chamorro explicó que se conformó un Consejo Científico y Social entre distintos organismos, que involucran a la empresa, al CDE en Valdivia, a la Universidad Austral, la ONG Acción por los Cisnes y el Ministerio del Medio Ambiente, entre otros, para alcanzar avances en dichos aspectos.
GENESIS
El caso se inició tras la muerte de decenas de cisnes de cuello negro que habitaban en el humedal Carlos Anwandter. Frente a ese hecho, la jueza del Primer Juzgado Civil de Valdivia, Gloria Hidalgo, determinó en julio del año pasado que la empresa fue la responsable, indicando en esa ocasión que "después del inicio de las actividades de la planta, la fauna existente en el lugar prácticamente desapareció en un período muy breve de tiempo".b