El árbitro portugués Joao Ferreira se negó a dirigir el partido Beira Mar vs. Sporting de Lisboa, programado para este domingo y correspondiente a la segunda jornada de la Liga. La razón es por el supuesto malestar del club de Matías Fernández y Diego Rubio por su designación.

La decisión del juez coincide con las duras críticas al arbitraje luso del presidente del Sporting de Lisboa, Luis Godinho Lopes, quien declaró que "no tolerará la falta de imparcialidad" en los partidos de su equipo.

En el último partido ante el Olhanense (1-1), el Sporting se indignó por la actuación del árbitro Carlos Xistra, a quien acusa de haber perdonado una expulsión a su rival y un penal a favor y haber anulado un gol legal de Hélder Postiga.

El dirigente agregó que "tengo la seguridad de que el tratamiento es diferente (en alusión al Benfica y el Porto). La forma cómo nos han tratado en Alvalade demuestra falta de respeto".

En un comunicado de la Asociación Portuguesa de Arbitros de Fútbol (APAF), el organismo justifica la decisión del árbitro "debido a las noticias entregadas al público" sobre el nombramiento de Ferreira, "que no tienen más objetivo que crear un ambiente de gran inestabilidad alrededor del encuentro".

La prensa lusa informó de que los dirigentes del Sporting acogieron con "un sentimiento de incredulidad y enfado" la designación de Ferreira y su auxiliar Pais Antonio, ya que, a su entender, perjudicaron al equipo lisboeta durante algunos partidos de la temporada pasada.

Ferreira, de 43 años y oficial de Ejército de profesión, es árbitro desde hace 14 años.