Justo a las 20 horas partió el show de Arctic Monkeys, la banda liderada por Alex Turner y uno de los platos fuertes de la segunda versión de Lollapalooza.

La canción elegida para dar partida al show fue Don't sit down cause I've moved the chair de su último, Suck in and see. Tras ella, el vocalista, guitarrista y principal compositor del grupo saludó al público con un "Chile, Lollapalooza, ¿cómo están?", para luego presentar Teddy Picker, sentando las bases de cómo sería durante el resto del show: inusualmente comunicativo.

Antes de lanzarse con Brianstorm, un tema que tuvo un juego de luces acorde a su frenética batería, Turner volvió preguntar a la audiencia como estaban. Más tarde llegaría Crying Lightning y una nueva presentación para The view from the afternoon, tema para el cual dijo al empezar a tocarla jugando a ratos con los tiempos de su versión en estudio: "Esta es la primera canción de nuestro primer disco".

Luego sería el turno de I bet that you look good on the dancefloor -la canción que en 2005 los hizo convertirse en un fenómeno de la música en el Reino Unido y que ahora el público chileno cantó y bailó-, Brick by brick y This house is a circus, para luego volver al primer disco del grupo con Still take you home. Durante el tema, los chicos de Sheffield pararon por algunos segundos a mitad de canción, una práctica habitual dentro de este y otros shows del cuarteto.

Luego vendrían Evil twin, Do me a favour y lo que casi fue el final set: cuando el público cantó en un masivo karaoke a capella el comienzo de When the sun goes down.

Tras ella, el cuarteto dejó el escenario por unos minutos con un escueto "Muchas gracias" de Turner, para volver -tras la solicitud del público- a interpretar R U Mine y la muy coreada Fluorescent Adolescent, que dejó al vocalista dando las gracias al "fabuloso" público para finalmente cerrar con 505, momento en que dejaron el escenario mientras el frontman tiraba besos a los espectadores.