Arden las redes sociales en México, y de ello la prensa se hace eco. Es que en ese país a nadie le gustaron las palabras del presidente de la televisión pública de España, José Antonio Sánchez.
El directivo de la corporación RTVE aseguró durante una actividad en la Casa de América en Madrid -donde se firmó un acuerdo de intercambio de contenidos que pasó a un segundo plano- que España fue "evangelizadora y civilizadora".
Pero ello no fue lo peor según los mexicanos. Parafraseando a la antropóloga australiana Inga Clendinnen, aseveró que "lamentar la desaparición del imperio azteca es como mostrar pesar por la derrota de los nazis en la II Guerra Mundial".
"¿Qué se hicieron cosas malas? ¿Y quién no las hizo en una conquista?", añadió en el acto.
Eso sí, ofreció disculpas con posterioridad: "Mi falta de conocimiento sobre el asunto, el exceso de trabajo que tengo y el poco tiempo que he tenido hace que la calidad de las palabras que voy a pronunciar dejé mucho que desear por lo que pido perdón por las mismas".
Según consignan los diarios españoles, Sánchez fue nombrado por el Gobierno del Partido Popular (PP) y ostenta su cargo desde octubre de 2014. "De perfil polémico y antiguo colaborador en varios medios, los profesionales de RTVE han exigido su destitución por la 'profunda degradación ética y deontológica' de los telediarios españoles", dice El País..