El gobierno argentino anunció este viernes el tercer congelamiento de precios de productos básicos en lo que va del año, acordado con empresas privadas, en medio de una aceleración de la alta inflación en el país.

Los precios al consumidor acumulan un aumento de alrededor del 25% en los 12 meses a noviembre, según estimaciones privadas. Las cifras oficiales, desprestigiadas por denuncias de manipulación, ubicaron la inflación anualizada en un 10,5% en el penúltimo mes del año.

El gobierno aclaró que, a diferencia de las iniciativas previas, el acuerdo de precios no sólo incluye a las principales cadenas de supermercados en Argentina sino también a sus proveedores.

"Básicamente es un acuerdo voluntario de precios entre el Estado Nacional y los principales actores del sector. Es un acuerdo voluntario de precios porque sabemos que los controles sin concurso del sector privado y los congelamientos sin concurso del sector privado no son exitosos", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, en la presentación del pacto.

El acuerdo, que alcanza hasta 200 productos que representan dos tercios de los consumos habituales de los hogares de bajos ingresos, durará un año a partir del próximo 1 de enero e incluirá un esquema que permitirá revisar los precios en caso de que haya que ajustarlos al alza o a la baja.

Los dos congelamientos de precios previos, anunciados en enero y a mitad de año, fracasaron debido a que los productos alcanzados por las medidas prácticamente no eran ofrecidos en las góndolas de los supermercados.

La alta inflación fue uno de los factores que provocaron la derrota de los aliados de la presidenta peronista, Cristina Fernández, en las elecciones legislativas de finales de octubre.

Desde entonces, funcionarios oficiales comenzaron a reconocer en sus discursos la fuerte alza en los precios, la que habían negado desde que comenzó en el 2007.

La inflación en el país, la segunda mayor de Latinoamérica por detrás de la venezolana, se ha acelerado en los últimos meses por una pronunciada depreciación del peso.

El Banco Central ha permitido que la moneda local se devalúe casi un 18% desde inicios de junio luego de haberla mantenido artificialmente fuerte durante años para evitar mayores presiones inflacionarias.

Pero el deterioro de la competitividad redujo las exportaciones de bienes y servicios, poniendo en riesgo un superávit comercial que es la única fuente de ingresos en dólares para el país.

La inflación rozaría el 3% en diciembre desde un 2,2% en noviembre, según datos privados.

Las principales cadenas de supermercados en Argentina incluyen a unidades de la chilena Cencosud, la francesa Carrefour y la estadounidense WalMart, entre otras.