A tres días de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitiera una "moción de censura" a Argentina debido a sus estadísticas económicas, el gobierno acordó con las principales cadenas de supermercados del país congelar los precios de venta de todos los productos por dos meses.

El país exhibe la tasa de precios más elevada de la región, con un IPC oficial de 10,8% durante 2012.