A tres días de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitiera una "moción de censura" a Argentina debido a sus cuestionadas cifras, el gobierno acordó con las principales cadenas de supermercados del país congelar los precios de venta de todos los productos por dos meses, como medida para contener la inflación.

Argentina tiene la tasa de precios al consumidor más alta de la región (ver infografía) y una de las mayores del mundo. Esto, considerando tanto los datos oficiales, que la situaron en 2012 en 10,8%, como las mediciones de consultoras privadas, que coinciden en cifras sobre 25%. Para el IPC de enero, en tanto, las previsiones de analistas se encuentran en un rango de 2,6% y 2,9%.

El acuerdo de congelamiento fue firmado por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, con la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que agrupa a las principales cadenas minoristas del país, entre ellas Coto, Carrefour, Vea, Disco, WalMart, La Anónima y Jumbo. Esta última prefirió no referirse al tema.

Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos, dijo a la agencia estatal Télam que "en este acuerdo está incluida la totalidad de los productos que se comercializan en esas grandes superficies. Es decir, desde un kilogramo de azúcar, un lácteo, una remera, una plancha, una bicicleta, un cuaderno".

Por su parte, Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein & Asociados, explicó que esta "no es la primera vez que Argentina viene con los precios controlados, los ajustes se van dando con las compañías grandes cada dos o tres meses. Esto tiene que ver más con la forma que con un objetivo per se de controlar precios".

Dal Poggetto recordó que hoy comienzan las reuniones paritarias sobre reajustes salariales. Según ella, la medida busca "que esos acuerdos no escalen, usando el salario como ancla para estabilizar la inflación".

Respuesta al FMI

El ministro de Economía argentino, Hernán Lorenzino, respondió ayer a través de su cuenta de Twitter a la inédita censura del FMI, que emplaza al país transandino a reformar sus estadísticas macroeconómicas antes del 29 de septiembre de 2013.

Los números oficiales han sido cuestionados por el FMI desde 2007, año en que el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) fue intervenido por el gobierno.

"Ya conocemos los "remedios" del staff del FMI: ajuste social, echar empleados, más impuestos, más deuda externa (ajuste sugerido a Europa)", publicó el titular de Economía en la red social.

Lorenzino recordó, además, escándalos financieros internacionales y pidió al FMI que "si le preocupa la credibilidad de las cifras", se fije en "la alteración de balances en Wall Street en 2009", y preguntó "¿dónde está la sanción a Inglaterra por la manipulación de la (tasa) Libor?".

El ministro citó al Nobel de Economía estadounidense, Paul Krugman, para señalar que "los que defienden el ajuste fiscal como receta anticrisis no logran encontrar un caso en el que su teoría haya funcionado".

Sobre tomar en cuenta las presiones del FMI, Enrique Alvarez, de Idea Global, sostuvo que estas medidas no serán consideradas.

"He visto algunas manifestaciones de que están trabajando sobre un nuevo modelo del IPC, pero llevan varios años dándonos ese tipo de indicios, y a la larga no producen nada. No creo que vayan a tomar como una real variante de presión lo que es la determinación del FMI", señaló.

Claves

Reajustes salariales

Hasta 30% de reajuste salarial en 2013 esperan los gremios argentinos, que hoy comienzan negociaciones con el gobierno. El porcentaje obedece a una inflación en aumento y un límite de ganancias aún bajo.

Cifras poco confiables

Desde 2007, el Indec se encuentra intervenido por el gobierno argentino. Además, se han puesto restricciones a la importación y a la compra de dólares, que han impactado de forma negativa la inversión extranjera, la industria y la construcción.