El 60 aniversario de la muerte de Eva Perón será recordado este jueves en Argentina con una serie de eventos y un acto central con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en honor a la "abanderada de los humildes".

El acto se realizará en la localidad bonaerense de José C. Paz, en los suburbios de la capital, y se espera que asista una multitud para homenajear a la segunda esposa del fundador del Partido Justicialista (PJ), Juan Domingo Perón, recordada por su activa participación en la asistencia a los sectores obreros y desprotegidos y por impulsar el voto femenino.

La convocatoria servirá también para dar "un fuerte apoyo al proyecto nacional", aseguró el jefe del PJ de aquella localidad, el ex alcalde Mario Ishii.

María Eva Duarte de Perón, conocida como Evita, murió el 26 de julio de 1952 a los 33 años a causa de un cáncer. En su corta vida logró sin embargo marcar varios hitos de la historia argentina, que la convierten hoy en un emblema de la lucha por los "descamisados" (obreros), la llegada de la mujer a los sectores de poder y de la ideología peronista.

La Legislatura de la ciudad de Buenos Aires realiza en tanto desde el lunes una serie de eventos para recordar a Evita, con muestras cinematográficas, de fotografías y de moda de su época, además de visitas guiadas al lugar donde la entonces primera dama trabajaba, el hoy denominado salón Eva Perón, y a lo que era su vestidor.

La evocación culminará con un acto que cerrará a las 20:25, la hora en que Evita "pasó a la inmortalidad", como se anunció en aquel momento a la población.

La televisión también rendirá tributo a Eva Perón, con programas especiales sobre su vida. Se transmitirán los documentales "Mi mensaje" y "Evita" en diferentes emisoras.

María Eva Duarte de Perón fue venerada por las masas trabajadoras pero también denostada por la burguesía y parte de la clase media.

Nació el 7 de mayo de 1919 en el pueblo de Los Toldos, unos 320 kilómetros al noreste de Buenos Aires, hija "natural" de Juana Ibarguren. Su padre Juan Duarte la reconoció recién años después.

Vivió una niñez signada por la pobreza, pero desarrolló una personalidad avasallante que la llevó a viajar sola a los 14 años a Buenos Aires para seguir su sueño de entrar en el mundo del espectáculo.

Se convirtió en una famosa actriz de radioteatro y cine, en una exitosa carrera que abandonó tras conocer en 1944 a Perón, entonces un oficial del Ejército viudo y 24 años mayor que ella que estaba a cargo de la secretaría de Trabajo y Previsión Social del gobierno de facto que regía los destinos de Argentina. A partir de entonces se volcó a la asistencia social y ocupar un lugar primordial en el poder.

En 1946 Perón fue elegido presidente y Evita ejerció por primera vez en la historia argentina un papel de primera dama con fuerte protagonismo, volcada a las tareas de acción social y las gestiones con los sectores sindicales desde el Ministerio de Trabajo.

A principios de 1950 comenzó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad. Muy joven aún, el cáncer de útero comenzó a consumirla y ni siquiera los cientos de miles de personas que se congregaron aquel 22 de agosto de 1951 para clamar en un cabildo abierto del justicialismo que aceptara acompañar a Perón en su reelección como candidata a vicepresidenta lograron convencerla.

El 6 de noviembre fue operada por el médico estadounidense George Pack en Buenos Aires. Se recuperó a tiempo para poder ejercer el 11 de noviembre el derecho a voto femenino que tanto había impulsado ella misma. Lo hizo sin embargo desde la cama del hospital. Perón fue reelegido, pero ella no logró restablecer su salud.

Murió el 26 de julio de 1952, a los 33 años, luego de que su marido asumiera su segunda presidencia. Los funerales duraron diez días, en los que decenas de miles de personas le dieron el último adiós.

Tras el golpe de Estado de 1955, su cuerpo embalsamado fue secuestrado por militares y estuvo desaparecido durante muchos años, incluso fue enterrado bajo otro nombre en un cementerio de Italia, hasta que fue devuelto en 1971 a Perón. Fue repatriado por la viuda de Perón, entonces presidenta María Estela Martínez de Perón en 1976,

y sólo entonces pudo descansar en paz en la bóveda de la familia Duarte en el cementerio de la Recoleta de Buenos Aires.