En una reunión realizada durante el día de hoy, Argentina insistió en la necesidad  de suspender la aplicación del fallo de un juez de Nueva York que obliga al país a pagar USD 1.330 millones, para poder negociar con los fondos especulativos una forma de pago.

"La República Argentina está dispuesta a continuar con un diálogo que  permita encontrar una solución en condiciones justas, equitativas y legales  para el 100% de los bonistas", informó un comunicado divulgado por la  Presidencia.

"A tal efecto - continúa - resulta imprescindible que el juez disponga una  suspensión de la sentencia (stay) habida cuenta de la magnitud de los montos  involucrados", en la negociación. 

Representantes argentinos mantuvieron en la jornada una segunda reunión con  Daniel Pollack, el mediador designado por el juez federal de Nueva York Thomas  Griesa para tratar de llegar a un acuerdo con los fondos especulativos.

Del encuentro participaron únicamente los abogados del Estado argentino, una comitiva especial del Gobierno y el mediador Pollack. 

Según el comunicado en Buenos Aires, Pollack sostuvo una reunión separada con los abogados de los fondos que ganaron el juicio.

"El encuentro, de carácter eminentemente técnico, versó sobre las graves implicancias de la interpretación de la cláusula pari passu sancionada por la  justicia norteamericana y sobre los impedimentos objetivos para el cumplimiento  de la sentencia del Juez Griesa", según el comunicado.

Argentina declaró una moratoria en 2001 por 81.000 millones de dólares y  realizó dos canjes de bonos en 2005 y 2010 con una importante quita, que tuvo  una adhesión total del 93% de los acreedores.

El 7% restante no aceptó la oferta e inició demandas judiciales, una de las cuales tuvo recientemente su fallo en Nueva York.   

Argentina insistió en la reunión que si debe finalmente pagar al total de  los bonistas rebeldes, deberá afrontar un desembolso de USD 15.000 millones.

También dejó en claro que la demanda podría alcanzar a los bonistas  reestructurados, ya que hay una cláusula que vence a fin de año y que no  permite mejorar la oferta de los bonistas en los dos canjes.

Algunos bonistas litigantes se mostraron dispuestos a llegar a un acuerdo  semejante al que el gobierno alcanzó por la expropiación de Repsol. 

El gobierno entregó bonos a la petrolera española y luego ésta los vendió  en el mercado.

"A título de ejemplo, recuérdese que el tiempo demandado por el arreglo con  la empresa Repsol S.A. fue superior a los dos años, siendo los últimos cuatro  meses de éste período de intensas negociaciones, y en ese caso estaban  involucradas cifras sustancialmente menores", según el comunicado.

El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner acusó el viernes a los  fondos especulativos y al juez Griesa de querer llevar al país al cese de  pagos, en un aviso publicado en los principales diarios locales.