"Chau, abu", le dijo Guido Montoya de Carlotto como despedida a su abuela Estela cuando se encontró por primera vez con ella este miércoles en Argentina. Pero la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo no es la única "abu" del nieto 114.

Guido –criado con el nombre de Ignacio Hurban por una familia de Olavarría, en la provincia de Buenos Aires– fue recuperado esta semana después de casi cuatro décadas de haber nacido en un centro clandestino del régimen militar en los 70.

Si bien se sabía desde hace décadas que la hija de Estela de Carlotto, una de las más reconocidas activistas del país, había tenido un bebé y que se lo habían arrebatado a las pocas horas de dar a luz, poco se conocía sobre el padre biológico del joven.

Las pruebas de ADN resolvieron el misterio.

MILITANTE DEL SUR

El padre de Guido y la pareja de Laura era Oscar Walmir "Puño" Montoya, un militante montonero de la provincia de Santa Cruz que conoció a la joven en la ciudad de La Plata, cerca de Buenos Aires, donde había ido para estudiar.

El nieto 114, que ahora tiene 36 años, todavía no se encontró con la familia de su padre, que lo espera con ansias en el sur del país.

"Estoy muy emocionada y muy feliz de conocer a mi nieto. Es el calco de su padre, no puede negar que es hijo de mi hijo, no puede negar que es mi nieto", dijo Hortensia, su "otra abuela", de 91 años.

"Emociona saber que es nuestro. La felicidad es esto", le dijo a medios locales esta maestra retirada desde la localidad de Caleta Olivia, en la Patagonia argentina.

En 2006, Hortensia y el resto de la familia Montoya dejaron una muestra de sangre en el Banco Nacional de Datos Genéticos, con la esperanza de encontrar algún día a su nieto.

"Nos comunicamos con el tío de Guido, Jorge Montoya, que lloraba a mares y nos dijo que la abuelita celebraba diciendo 'tengo un nieto, tengo un nieto'", contó la tía de Guido, Claudia Carlotto, en una conferencia de prensa.

TAMBIÉN MÚSICO

Según un comunicado de Abuelas, fue secuestrado a fines de noviembre de 1977 y posiblemente haya permanecido detenido en el Centro Clandestino de Detención "La Cacha", donde también estuvo Laura durante su embarazo y parto.

Los restos de Oscar Walmir Montoya fueron encontrados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en 2009 en el Cementerio de Berazategui, donde había sigo enterrado como no identificado.

En su pueblo, Cañadón Seco, hay una plaza de la memoria que honra a los desaparecidos durante el régimen militar y donde aparece el nombre de Montoya.

También allí se inauguró el año pasado un salón de música en honor a Montoya, dada su pasión por las artes antes de su detención.

Oscar Walmir había sido músico, como Guido, el hijo que nunca llegó a conocer.