Argentina inauguró su pabellón en la Exposición Universal de Shanghái 2010 el 1 de mayo, como todos, pero llegó a la cita "in extremis", debido a retrasos acumulados en su ejecución y que la convirtieron en uno de los participantes más rezagados en concluir el proyecto.

Sin embargo, en los cinco días que lleva abierto, y según sus responsables, ya recibió la visita de unas 27.000 personas el 1 de mayo, 22.650 el segundo día, 14.700 el tercero y unas 17.000 ayer.

"La demora se debió principalmente a la aprobación del presupuesto" definitivo del proyecto, que incluso tuvo que acelerarse mediante una "decisión administrativa", explicó su comisario general, Martín García Moritán.

El equipo de García Moritán, siguiendo el trabajo del arquitecto argentino Atilio Pentimalli, tuvo que completar, desde febrero, su decoración exterior e interior en un tiempo récord.

Abrir el día 1 fue  un "milagro" del que su comisario dice sentirse "orgulloso", después de que su país lo hiciese con 45 días de retraso en la Expo anterior, la de Aichi 2005 (Japón).

"Se comenzó tarde", admitió, "pero con la seguridad de que íbamos a llegar a tiempo, porque así lo habíamos acordado con los organizadores", añadió el comisario.

El presidente de la Comisión Asesora Interministerial que coordina el pabellón argentino en esta Expo, Luis María Kreckler (también subsecretario de Comercio Internacional), llegó a decir el 28 de enero pasado que aún desconocía su presupuesto.

La cifra ascendió finalmente a un total de 4.995.532 dólares, de los cuales cerca de 3,5 millones corresponden a la construcción y el desmontaje de la decoración interior y exterior del pabellón, precisó el comisario.

PABELLON

El mismo 28 de enero el canciller argentino, Jorge Taiana, recibió simbólicamente en Shanghái las llaves del pabellón, una nave de 2.000 metros cuadrados, alquilada a los organizadores de la Expo.

La empresa china que lo construyó lo entregó en diciembre pasado, pero no empezó a ser decorado hasta febrero.

Los retrasos, sin embargo, vienen de lejos, ya que Argentina estuvo desde hace años entre los más rezagados en confirmar su presencia y poner en marcha todos los preparativos necesarios, junto con países como Venezuela (que no abrió hasta ayer, día 4, pese a ser inaugurado el día 2), Uruguay o Perú (que abrieron a tiempo).

Ya en noviembre de 2006, el Comité Organizador de la Expo apremió a Taiana para que confirmara cuanto antes la participación argentina, puesto que quería darle al país sudamericano un lugar protagonista en el recinto, en agradecimiento por apoyar la candidatura china de Shanghái 2010.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, no declaró de "interés nacional" la presencia de su país en la Expo hasta marzo de 2009 y no fue hasta el 6 de abril del año pasado cuando Argentina se convirtió en el participante número 196 (de 242, incluidos organismos internacionales) en firmar su contrato de alquiler.

En enero, la Expo de Shanghái ofreció toda su ayuda a Taiana e intervino para facilitar la introducción de 35 toneladas de carne de vacuno argentina en el país para el restaurante del pabellón, a pesar de que China lo impide desde hace años por los problemas de aftosa.

La Expo también hizo una excepción al pedirle que estuviera todo listo para el 15 de abril, en lugar de a finales de marzo como requerían sus normas.

Para su programa cultural está confirmada ya la presencia del compositor Gustavo Santaolalla (ganador de un Óscar en 2006), el bailarín Iñaki Urlezaga, el baloncestista Luis Alberto Schola, el charanguista Jaime Torres y la cantante de tangos Susana Rinaldi.