Si algo se repitió en el plantel de Universidad de Chile, luego de la derrota ante Rangers, era la preocupación que existía en todas las filas por las condiciones extremas en que enfrentarán mañana su debut en la Copa Sudamericana.
Y es que el estreno será a 4.000 metros de altura, ante el Real Potosí. "A los argentinos ni a ninguno de nosotros nos gusta jugar en la altura. Alguna vez actué en la altura de Colombia y sé que Calama está en altura, pero nunca como la de Potosí. No parece lógico jugar en esas condiciones, pero ya está. Es un elemento extra, al que debemos sobreponernos", reconocía Juan Ignacio Sills, central argentino de la "U", quien tocó un factor físico sensible y, además, con resonancias sicológicas en el caso de los transandinos.
En el equipo de Marco Antonio Figueroa, algunos chilenos ya saben lo que es actuar por clubes o por la selección chilena en los 3.600 metros de altitud de La Paz, experiencia que los tiene confiados en poder responder ahora a los 4.000 metros de Potosí. Sin embargo, la respuesta de los argentinos en la altura es uno de los puntos que preocupa.
Nutrido grupo
A Sills se suman en el equipo viajero sus compatriotas Ezequiel Videla, Ramón Fernández, Luciano Civelli, Gustavo Lorenzetti, todos considerados titulares en el último partido, a los que se agrega Juan Ignacio Duma. Igualmente, el "Fantasma" evaluará, antes de subir desde Sucre a Potosí, la respuesta de todos sus jugadores, en especial de quienes más sienten los efectos de la altitud, pues la idea del técnico es contar con todos los argentinos y el resto del plantel.
"La altura es un condicionante extra. Debemos ahorrar energías, porque allá un error puede ser fatal. Hay que saber dosificar las fuerzas en la cancha, que será complicada por la altura. Ojalá podamos anotar de visita para cerrar la clasificación en nuestra casa", contaba Civelli.
"Siempre se dice que jugar en la altura complica a los argentinos, pero es un factor en esta llave nos correspondió y debemos estar preparados, saber sobreponernos, porque lo más importante es jugar bien y la 'U' lo está haciendo. Sólo está faltando anotar", decía Lorenzetti, mientras Fernández acotaba que "debemos sobreponernos. Hay que tratar de acostumbrarse rápido, pero dentro de la cancha para aminorar los efectos que sin duda se sienten".
Sin equipo para entrenar
Ayer, la delegación llegó hasta el hotel en Sucre a las 18.15, luego de un extenuante y traumático viaje de diez horas que tuvo escalas en Iquique, Arica y La Paz. En esta ciudad, el avión no soportó el peso y la indumentaria quedó junto a un funcionario laico a la espera de un vuelo que asegure el arribo de los 35 bolsos del plantel para poder practicar hoy en Sucre. Así, surgió otro aspecto que complicó impensadamente la planificación del staff técnico.