Notoriamente compungida y acompañada por su madre, aterrizó en Boca Raton (Florida, EE.UU.) Ariana Grande, menos de 24 horas después del ataque terrorista que terminó con la vida de 22 personas al final de su concierto en Manchester. La cantante de 23 años llegó durante la tarde a su ciudad natal, a bordo de un jet privado que la llevó directamente desde Inglaterra.
Según registraron las cámaras del diario Daily Mail, la solista descendió del avión visiblemente afectada, con lágrimas en los ojos y vestida completamente de negro, antes de ser recibida por su novio, el músico de hip hop Mac Miller. Tras esto, el grupo subió de inmediato a una camioneta que los trasladó a la casa familiar, que se encontraba con custodia policial.
Diversos medios confirmaron que la artista suspendió al menos cinco de las 13 fechas europeas de su gira, la misma que llegará a Chile el 3 de julio y que según sus organizadores sigue en pie, aunque están supeditados a lo que pueda decidir el staff de Grande en los próximos días. "Sabemos que Ariana está shockeada y muy mal anímicamente, pero hasta ahora se mantiene la gira sudamericana", comenta Matías Saavedra, de Agencia Salvaje, productora que se mantiene en contacto con el equipo de la solista y que trabaja en el reforzamiento de la seguridad para el Movistar Arena.