Un severo momento hídrico vive actualmente Arica. Los pozos desde donde se extrae el agua están trabajando al límite de su capacidad. Así lo confirmó la empresa Aguas del Altiplano, aparentemente debido a la sobreexplotación del recurso para agricultura, industria y consumo humano.
"Según estudios de los acuíferos de la región, existe déficit hídrico en el Valle de Azapa, lo que ha llevado a evaluar con mayor celeridad la construcción de una planta desalinizadora de agua de mar", dijo el gerente regional de la firma, Sergio Fuentes.
La recarga de los pozos desde donde se extrae el agua alcanza hoy alrededor de 700 a 750 litros por segundo (l/seg). Sin embargo, la demanda actual de agua en la zona es superior a mil l/seg. Lo anterior refleja la problemática para obtener agua potable para la ciudadanía, lo cual se complejizará dentro de los próximos años, producto del incremento de la población. Hoy, según el INE, en Arica viven 239 mil personas. "La planta proyectada sería de 200 litros por segundo, como complemento para la demanda de la ciudad. El inicio de la operación se estima para 2020 y se ubicará en el sector sur de la ciudad", dijo Sergio Fuentes.
El costo de la obra, que sería ejecutada por la empresa Marubeni, bordearía los US$ 30 millones.
¿Alza de precios?
La construcción de la desaladora, sin embargo, también podría acarrear otros problemas, entre ellos, un alza de tarifas. Varias ONG vinculadas al tema hídrico-ambiental estiman que las cuentas podrían aumentar en $ 4 mil e, incluso, en cerca de $ 6.500, en caso de que el Estado no subvencione la planta.
En la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de Arica informaron que "el sistema tarifario chileno tiene una ley, en la cual dice que las tarifas se fijarán cada cinco años, donde se modela la empresa y su funcionamiento. Por esto, cualquier inversión que haga la empresa puede tener un impacto y afectar los bolsillos de los ciudadanos".
Respecto de una eventual alza, el presidente de la Unión Comunal, Eduardo Gutiérrez, comentó que Arica es una zona donde viven muchos adultos mayores, los que tienen un presupuesto acotado y sentirían fuertemente el cambio. "Creo que el Estado debe ser generoso, esta región es de adultos mayores con una jubilación limitada, donde si algo les cuesta $ 2 mil más ya es una carga difícil. Es muy necesaria la desalinizadora, no debería tocarnos el bolsillo", expresó.
El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, valoró la posible instalación de la planta, pero centró el trabajo en generar prácticas que apunten al ahorro: "Es una buena opción al 2020, pero hay tres a cuatro años todavía. El desafío es cómo hacer un cambio cultural y no desperdiciar agua".
Desde Aguas del Altiplano expresaron que se ha logrado avanzar en el marco de una gestión público-privada para minimizar los impactos. "Hoy nos encontramos iniciando la ejecución de los estudios conceptuales de infraestructura, para luego continuar con estudios específicos de ingeniería básica, diseño y caracterización del medio marino, entre otros", precisó Fuentes.