Un verano con una inusual acumulación de nieve y sensación térmica que llega a 18°C bajo cero productos de los vientos podrían ser señales del cambio climático en la Antártica. Son también las condiciones que deben soportar los científicos chilenos desplegados en esta época considerada la "más benévola" en el continente blanco.

Los 15 primeros profesionales ya se encuentran en bahía Margarita, al oeste de la península Antártica, a 1.600 kilómetros de distancia de Punta Arenas, en línea recta. Llegaron a bordo del rompehielos de la Armada Oscar Viel, única forma de acceder a unos de los puntos más remotos y extremos del mundo, donde confirmarán la presencia de nuevas especies en el lugar, las cuales serán sometidas a análisis moleculares para confirmar su identidad.

"Es un orgullo para la dotación apoyar logísticamente a este tipo de investigaciones, en colaboración con el Inach (Instituto Antártico Chileno) y a la Universidad de Magallanes", señaló el comandante del Viel, capitán de navío, Juan Brander.

Científicos chilenos de distintas universidades son parte de la fase "marina" de esta expedición que incluye desplazase desde su plataforma a puntos en mar y tierra, para recoger muestras y efectuar mediciones.

Durante los 21 días de travesía, se intercambiarán con otro grupo de científicos a bordo de un segundo rompehielos, el Aquiles, en pleno viaje hacia bahía Margarita, y se irán sumando otros investigadores que aprovecharan la logística desplegada por el Inach y la Armada.

"Esta zona es un modelo, para explicar y entender el desarrollo de la vida en condiciones extremas, conocimiento del que pueden surgir soluciones a problemas aún no resueltos", sostiene Bernabé Rivas vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Concepción.

Expertos de esta casa de estudios, junto a U. Metropolitana de Ciencias de la Educación y la U. de Chile se encuentran en la isla Lagoterrie estudiando líquenes, hongos, levaduras y plantas vasculares, que logran no congelarse y sobrevivir en este clima hostil. En total serán 387 científicos que circularán en los buques y estaciones científicas, incluida la remodelada base Yelcho, por años abandonada.

Líneas de investigación

Este año los proyectos de investigación que promueve el Inach apuntan a la clasificación de especies no conocidas hasta ahora, los efectos del cambio climático y el estudio sobre los mecanismos de adaptación de los organismos, confinados por 20 millones de años de evolución.

"Se están haciendo ensayos con hongos antárticos, que viven asociados a las raíces de la plantas y que pueden facilitar y disminuir el consumo de agua en el desierto y enfrentar así la sequía en el norte. Del mismo modo hay aplicaciones para combatir el cáncer y otros adelantos en la industria de la biotecnología" dijo Marcelo Leppe, jefe del departamento científico de Inach.