La visita de Estado de dos días a Canadá que inició ayer la Presidenta Michelle Bachelet coincide con una de las mayores compras de equipamiento militar que Chile ha realizado a la industria de ese país. Según informó la empresa Lock-heed Martin Canadá, a través de un comunicado fechado el 23 de mayo, la compañía se adjudicó un contrato con la Armada chilena para reemplazar el sistema de gestión de combate de las tres fragatas Tipo 23 que posee la Escuadra Nacional.
Esto, en el marco del proyecto de modernización que está realizando la Armada para potenciar los tres buques adquiridos a Reino Unido en 2005, mejorando el sistema de misiles, radares y control de combate. La compra será uno de los principales sellos de la gestión del comandante en jefe Enrique Larrañaga, quien deja el cargo el próximo 18 de junio, para ser reemplazado por el almirante Julio Leiva.
Un portavoz de Lockheed Martin Canadá señaló a La Tercera que "estamos encantados con este reconocimiento y esperamos trabajar con Asmar, el astillero chileno, así como forjar relaciones a largo plazo con nuestros socios chilenos para entregar nueva capacidad a la Armada de Chile". Los trabajos se realizarán en las ciudades de Ottawa y Halifax, donde la prensa local ha destacado los empleos que generará este acuerdo.
Aunque el monto del contrato se mantiene bajo reserva y ni la Armada ni el Ministerio de Defensa han entregado información oficial, este supera los US $ 300 millones. Según señalaron en Lockheed Martin: "Si bien nosotros no podemos compartir el valor del contrato en dólares, podemos decir que es comparable en tamaño y alcance a la modernización de las dos fragatas de la Royal New Zealand clase Anzac que fue firmado en 2014". Según la información pública del Ministerio de Defensa de Nueva Zelandia, en abril de 2014 ese país informó que el contrato con la empresa canadiense para modernizar sus fragatas llegaba a los US$ 385 millones.
Aunque revistas especializadas de Defensa, como la publicación internacional Jane's, cifran el gasto total de Chile para modernizar sus fragatas en US $ 600 millones, el monto es matizado por el ingeniero civil y experto en temas de armamentos Eduardo Santos: "El proyecto grande que se autorizó es el que incorpora la modificación de los misiles, equipando un misil antiaéreo de última tecnología. También se va a cambiar el sistema de radar. Estamos hablando de poco más de US$ 100 millones por buque. Lockheed Martin será el integrador de estos sistemas". Agrega, no obstante, que puede haber en el contrato una extensión para la mantención y provisión de misiles.
Fragatas inglesas
Santos recuerda que a mediados de 2000, luego de que se rechazara el proyecto "Tridente", que buscaba construir fragatas alemanas en Chile, se decidió adquirir fragatas de segunda mano, más económicas, pero con menor vida útil. Fue entonces cuando Chile compró cuatro fragatas holandesas; una fragata Tipo 22, y las tres fragatas inglesas Tipo 23, que datan de los años 90, tienen capacidad antisubmarina y fueron rebautizadas como Almirante Condell, Almirante Cochrane y Almirante Lynch.
"Cuando nos invitan al Rimpac, el mayor ejercicio naval que se realiza en Hawái, con los buques antiguos nos dejaban con las unidades auxiliares, ahora, con nuestras fragatas 23 encabezamos el destacamento antisubmarino. Lo malo es que les quedan 10 o 15 años de vida útil", señala Santos.