El ex ciclista Lance Armstrong tiene que elegir entre dos opciones que no le dan margen: aceptar una suspensión de por vida o ir a un juicio público por dopaje, en el que probablemente se desenmascare definitivamente que utilizó sustancias prohibidas durante su existosa carrera profesional.

En su lucha contra las acusaciones de doping, Armstrong ya consignó una derrota: un tribunal norteamericano rechazó el lunes la demanda presentada por el ciclista contra la Agencia Antidoping de Estados Unidos (USADA), lo que dejó al ex deportista, de 40 años, a las puertas de un juicio por doping. Y negarse a ese proceso sería admitir la culpabilidad.

Los investigadores colocaron al siete veces campeón del Tour de France en un callejón sin salida, si bien Armstorng niega de forma tajante cualquier acusación por doping. Pero ya es un hecho que todos los participantes en el caso son perdedores, también la USADA.

"Vamos a analizar detenidamente el fallo del tribunal para sopesar las opciones de Armstrong", anunció el abogado Tim Herman en la página web del deportista.

Sin embargo, mucho tiempo no le queda al ex cixlista y a sus abogados. El ultimátum de la USADA expira hoy y Armstrong tiene que decidir si acepta una audiencia o una suspensión de por vida.

La USADA prefiere verlo nuevamente en la corte para presentar pruebas y testigos. "Nos alegraría", anunció el jefe de la agencia Travis Tygart, quien espera confrontar al múltiple campeón con sus ex colegas Floyd Landis, Tyler Hamilton, George Hincapie o Jonathan Vaughters.

Armstrong quería evitar este escenario a cualquier precio e intentó frenar a la USADA con una medida cautelar provisoria. El argumento era que la agencia antidoping le negaba pruebas y que por lo tanto no se llevaría a cabo un juicio justo. Además, indica, la USADA no tiene poder para imponer sanciones.

Pero el juzgado de Austin, ciudad natal de Armstrong, declaró competentes las investigaciones que está realizando la USADA. El juez Sam Sparks recriminó duramente a todas las partes, también a la USADA, a la UCI (Unión Ciclista Internacional) y a USA Cycling.

"Si estas organizaciones quieren continuar dañando la imagen de su deporte con luchas internas por el poder, deben hacerlo sin la ayuda de un tribunal de los Estados Unidos", escribió el juez, en sus 30 páginas de veredicto.

Sobre todo la UCI se había aliado con Armstrong y acusado a la USADA y a la Agencia Mundial Antidopong (AMA) de "querer atrapar a Armstrong a toda costa".

La UCI intentó quitarle el caso a la USADA y decidir sobre Armstrong. "Eso es como que el zorro cuide el gallinero", dijo por su parte el abogado de la agenca antidoping, William Bock.

A pesar de las sospechas de doping, la UCI bajo Pat McQuaid y su predecesor Hein Verbruggen nunca investigaron a Armstrong. Mientras tanto, la posición de la UCI podría haber cambiado. "Por supuesto, aceptamos la decisión", dijo el portavoz de la asociación Enrico Carpani a "velonation.com" y subrayó que luchará por su soberanía y "no para Lance Armstrong."

Pero también la USADA recibió una reprimenda. Por un lado, el juez observó que existe "un firme objetivo de forzar a Armstrong a una audiencia". Si se afianza la idea de que la USADA le había ofrecido a muchos ex compañeros de Armstrong sentencias más leves a cambio de declaraciones, la agencia parece estar impulsada realmente por "razones políticas y la imperiosa necesidad de estar en los medios de comunicación", agregó el juez.