A sólo semanas del descubrimiento de la momia de un monje budista en posición de -según muchos- "profunda meditación", arqueólogos holandeses revelaron el hallazgo de un monje chino dentro de una estatua de Buda, de 1.100 años de antigüedad.
La estatua, proveniente de China, fue puesta bajo análisis en el Meander Medisch Centrum de Amersfoort y a través de una tomografía (examen de una superficie mediante rayos X) se descubrió que en su interior se encontraban los restos momificados de un ser humano.
De acuerdo a los investigadores, la momia corresponde a un maestro budista que vivió alrededor de los siglos XI y XII, y a través de los análisis de sus cavidades torácica y abdominal se encontraron mensajes con caracteres chinos en lugar de sus órganos internos.
La momia será llevada al Museo de Historia Natural de Hungría y se tomarán pruebas de ADN para descubrir más acerca del misterioso descubrimiento.
Fuente: Irish Archaeology, Netherlands Times