Un cuarto de los alumnos que ingresa a las universidades abandona los estudios al terminar el primer año. Y, pese a los esfuerzos de los planteles por mejorar los índices, la tasa se mantuvo estable entre 2007 y 2008, según el Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SIES), dependiente del Mineduc, que, por segundo año, entrega los niveles de deserción en la educación terciaria.
Los institutos profesionales y centros de formación técnica mejoraron levemente sus índices, que los ubicaban como los peores del sistema (ver recuadro). Entre las universidades, las privadas son las que tienen las cifras más altas, pese a haberlas mejorado levemente entre 2007 y 2008: en ellas, el 25% de los alumnos abandona los estudios en primer año, esto es, un punto porcentual menos que en 2007.
En las universidades estatales, el 20% de los estudiantes abandona y en los privados que reciben aportes estatales, como las universidades católicas, la deserción llega al 18%, aunque subió dos puntos respecto a 2007.
La retención es un indicador de efectividad del sistema. "El rendimiento académico se mide por tres grandes ejes: cuánto se demoran los egresados en encontrar trabajo; cuántos se titulan; y cuántos se mantienen", dice el jefe del SIES, Rodrigo Rolando. Ineficiencia que toca al bolsillo de todos: el gasto para las familias en arancel, matrículas y materiales de los alumnos; el de retrasar un año más el ingreso al mercado laboral y el gasto para el Estado de las becas y créditos.
Las carreras
En cuanto a las carreras con más deserción, Arquitectura y Derecho lideran, por segundo año, la lista. En ellas, más de un cuarto de los alumnos abandona el sistema al finalizar el primer año. Pero el primer programa empeoró sus cifras respecto al año 2007 en siete puntos porcentuales en los planteles estatales. En ellos, el 29% de los alumnos abandona la carrera en primer año, mientras que en las entidades privadas, le deserción bordea el 25%.
Por el contrario, Derecho mejoró levemente sus índices, especialmente entre los planteles privados, que tenían las peores tasas: en ellos la deserción bajó de un 34% a 30%.
Agronomía y Veterinaria pasaron de estar en la mitad de la tabla a los primeros lugares. La primera pasó de una deserción de 20% a 24%. En las instituciones privadas, la tasa aumentó 7 puntos, de 27% a 32%.
En Veterinaria, los índices también fueron empujados por los planteles privados, que aumentaron la deserción de 26% a 29%.
Otra carrera con un fenómeno similar fue Medicina, pese a que históricamente ha tenido las mejores tasas de titulación y retención. En los planteles privados, el 11% de los alumnos abandonada en primer año en 2007; en 2008 lo hizo el 15%. Uno de los planteles con más deserción es la U. Pedro de Valdivia, donde el 35% de los alumnos deja la carrera al primer año, tres veces la tasa promedio del resto.
En las 18 carreras universitarias analizadas, los planteles con la deserción más alta se repiten. La citada universidad es una de ellas: en 9 programas, las tasas de deserción superan el 40%.
Otra casa de estudio en esa situación es la U. Bolivariana. En ella, seis programas tienen cifras del más del 40%. Ninguna de las dos está acreditada.
"Tenemos programas remediales que guían a los alumnos, pero el tema económico es fundamental: muchos trabajan para costear los estudios y pierden el empleo y se van", dice Nancy Luco, decana de la Facultad de Educación, U. Bolivariana, donde en ed. parvularia la deserción llega al 70%.
En la U. Pedro de Valdivia, la directora de la escuela de Medicina, Candice Rudloff, explica que al alto costo económico de la carrera, se suman los problemas de vocación y la dificultad académica del primer año. "Hace años, cuando eran pocas las universidades que daban la carrera, quienes la estudiaban lo hacían convencidos. Hoy no", añade.